Una nueva página de MALABIA está al alcance de los lectores. Se trata de Farol sobre el Río de la Plata, un paseo por la literatura rioplatense de la mano de los autores que ya no están entre nosotros.
Buceando en ese pasado que tendría que estar siempre presente, aparecen nítidas influencias en muchos autores actuales.
Porque la literatura no debe ser necesariamente un descubrimiento, algo con lo que nos topamos cada día o nos llega por regalo de algún demiurgo; es un esfuerzo continuo para superar lo que nos deja la historia y adaptarlo al tiempo que nos toca.
“Pobre del alumno que no puede superar al maestro”, decía Leonardo Da Vinci. Su frase queda como un claro intento de colocar al maestro en su verdadero sitio: no es un individuo infalible que lanza rayos celestiales, sólo un conocedor del oficio señalando el camino hacia la superación, en la que él mismo quedará superado.
El Río de la Plata es un lugar de mitos, de héroes, de caudillos. Por sus orillas pasearon indios indómitos, inmigrantes andrajosos, soñadores, revolucionarios, aventureros, y abundaron los traidores, los criminales, los injustos.
Su riqueza natural también atrajo, y sigue atrayendo, a los depredadores extranjeros.
Deberíamos conocer a fondo su literatura, leerla con fe y profundizarla, porque hace justicia a ese mundo caótico y cambiante.
La luz del farol se esparce colectivamente y se puede encender de la misma forma: con el aporte de quienes se interesan por sus raíces y quieren vivir su propio tiempo con los ojos abiertos.
Aquí una nueva esquina, un lugar de encuentros y reencuentros.
Algunas reflexiones fragmentarias… Prostitutas, princesas y peluqueras *
1.- En la novela de Tomás Eloy Martínez, El cantor de tangos (2004), se intercala como mise en abyme la historia de una polaquita que vino a Buenos Aires, casada, para descubrir al llegar que el supuesto novio era el proxeneta que la había comprado, A principios de siglo, el hambre, la Guerra, permitían dichos engaños. Cuenta el narrador de la novela: “Dudo que hayas oído hablar de la Zwi Migdal, me dijo entonces. A comienzos del siglo XX, casi todos los burdeles de Buenos Aires dependían de esa mafia de cafishios judíos. Los enviados de la Migdal viajaban por las aldeas míseras de Polonia, Galitzia, Besarabia y Ucrania, en busca de muchachas también judías a las que iban seduciendo con falsas promesas de matrimonio. (…) Después de una iniciación brutal, las víctimas eran confinadas en prostíbulos donde trabajaban de catorce a dieciséis horas por día, hasta que sus cuerpos se volvían escombros”.
2.- En una reciente obra de teatro, la dramaturga argentina Patricia Suárez retoma las figuras de las polaquitas vendidas a través del Zwi Migdal, una organización dedicada a la trata de blancas, que operó en la Argentina y particularmente en Rosario entre 1906 y la década de 1930. La mecánica consistía en ‘importar’ adolescentes, generalmente judías polacas, bajo la engañosa promesa de un ventajoso matrimonio en la Argentina. La Migdal, empresa ordenada y eficiente – tenía en las aldeas polacas una red de ‘corresponsales’ que realizaba el inventario de las jóvenes disponibles. La boda (falsa) se realizaba en Buenos Aires, en la sinagoga que Migdal tenía. Pocos días después la muchacha comenzaba su trabajo en un prostíbulo. Se calcula que el número de víctimas llegó a 3.000. Sobre una historia real, la de la denuncia realizada por Raquel Liberman, en 1929 gracias a la cual cae el imperio, Patricia Suárez construye tres episodios dramáticos (2002): “Historias tártaras” es el viaje en tren a través de Polonia para que la novia se encuentre con el importador. “Casamentera” representa la negociación entre el ‘importador’ y el ‘representante’ y “La Varsovia” representa el viaje en la nave que transporta a la nueva víctima de la serie. En “Casamentera”, Schlomo desea comprarle la hija a Golde, quien dice: “Todas quieren irse. ¿O se creen que disfrutan del hambre acá? Pero ya ha visto usted qué mal le huele a la policía todo esto de los casamientos por poder”.
3.- En Funes, un gran amor (1993) película que es adaptación libre del conocido cuento de Humberto Constantini “Háblenme de Funes” y cuya acción se sitúa a principios de siglo en un burdel de la provincia de Buenos Aires, aparece una polaquita, que apenas habla español. La adaptación fílmica del cuento y la dirección de la película fue realizada por Raúl de la Torre.
4.- Un innumerable inventario de prostitutas desfila por las páginas de la literatura latinoamericana, marcando su diferencia de origen, lengua y raza. En algunos casos ganan más dinero por ser blancas. En La novia oscura, de Laura Restreppo, Claire, la prostituta francesa que llega a Colombia engañada también por un hombre que “le había prometido matrimonio una noche de primavera sobre el Pont des Arts. Pero, ciertamente no fue con ella con quien se casó, termina suicidándose debajo del tren del pueblo de Tora y por el prostíbulo de La Catunga. Restreppo se detiene cuidadosamente en detallar de acuerdo a las marcas de raza y origen el éxito de las prostitutas que trabajan en la zona petrolera. Así, adelanta la voz narradora en la novela en cuestión: “Como llegaban mujeres de tantos lados se establecieron tarifas según lo exótico y lejano de la nacionalidad de cada una, lo sonoro de su idioma y lo insólito de sus costumbres. Las que mas cobraban eran las francesas Ivonne, grande y hermosa; la lánguida Claire, pálida como la luna; Mistinguette que antes de venir a lidiar con petroleros fue favorita de pintores en Montmatre”.
5.- Una suerte de escenografía rodea la figura de la prostituta; el nombre, el recorrido, las costumbres crean una historia, una representación que la dota de volumen y vida. En el escenario de La Catunga un foco de color diferencial en cada casa determina de donde vienen las prostitutas. Como en la escena, la performance del rol y su historia anticipa elementos dramáticos, dota de historia al sujeto. Su identidad fraguada en el nombre, el vestuario habla de un origen que no se pierde. La diferencia en el lenguaje [los acentos, los vocablos] marca también su diferencia. El territorio acotado del burdel acota la micropolítica de las relaciones, pero sostiene la identidad de la prostituta en el intercambio con las otras, los otros.
6.- Los sujetos de la prostitución son sujetos móviles, en tránsito en estos tiempos, no se establecen en un burdel, viajan de bar en bar, son transportados como ganado fácil. Móviles son los cuerpos en desplazamientos locales (las indias), nacionales e internacionales. Las lenguas se internacionalizan, se mezclan en el ejercicio del oficio más antiguo del mundo.
7.- Anécdota nostálgica. Un amigo sesentón recuerda: en este barrio de Barcelona las prostitutas te hablaban al oido en lengua conocida, con acentos particulares, andaluces, periféricos. Ahora hablan en lenguas desconocidas, apenas les entendemos las cantidades que cobran.
8.- Han cambiado los ejes de la cruz. De América a España, del Caribe a Europa son algunos itinerarios a través de los cuales mujeres latinoamericanas son enviadas a trabajar como prostitutas, detrás de agencias, compañías, empresas, ofertas de trabajo que terminan en el burdel. En El año que trafiqué con mujeres, el autor, un periodista disfrazado de proxeneta que se inicia en el oficio, esconde su identidad para llevar a cabo un documento de cómo operan las maffias y la complicidad entre agencias de hoteles, cadenas de bares, agencias de modelos, etc. Veamos algunos comentarios del autor/periodista: “Siento vértigo, asco, impotencia, rabia, frustración. Por un momento, se me va la cabeza y le deseo a Loveth todas las enfermedades venéreas existentes para que al menos pueda contagiar a los hijos de puta capaces de acostarse con una niña de dieciséis años por 30 euros en la Casa de Campo y disfrutar así de una sutil forma de venganza. Aquella fue mi primera tormenta mental. A partir de esa noche, y a medida que profundizaba en las mafias de la prostitución, toda mi personalidad y mi espíritu serían vapuleados una y otra vez, hasta pervertirse y convertirme en un individuo resentido y furioso. Estúpido de mí, en ese momento no podía ni imaginar que, menos de un año después, yo mismo sería capaz de negociar la compra de niñas indígenas de trece años para subastar su virginidad en mis supuestos prostíbulos españoles”.
9.- Los paisajes son fijos, los cuerpos móviles transitan a la búsqueda de algo que comer o del dinero para enviar a sus familiares. Los contratos móviles de los cuerpos establecen también zonas móviles en las representaciones culturales. La novela de Restreppo se mueve entre el testimonio y la ficcionalización después de un arduo trabajo de documentación que realizara la autora.
10.- Vayamos a algunas películas en cuestión que nos permiten acceder también a zonas difusas entre géneros y géneros cinematográficos.
En la película En la puta vida (2002) dirigida por la uruguaya Beatriz Flores Silva, dos jóvenes uruguayas marchan a Barcelona y trabajan en el Barrio Chino. La película, basada en un hecho real, es la recreación de dicho acontecimiento testimonial en una narración que intenta denunciar el modo y los medios utilizados por los proxenetas en el comercio de mujeres. La película de Beatriz Flores Silva, En la puta vida (2000) se basa en un acontecimiento conocido como ‘la chica de Milán’, y recrea el sonado caso policial que se instaló en los titulares de la prensa de Uruguay y de Italia y que culminó con el enjuiciamiento de integrantes de la red de proxeneta de ambos países en 1992.
Por su parte, y en relación a la película Princesas (2005) Fernando León de Arana cuenta su proceso creativo en una entrevista que le hicieran y comenta: “Princesas arranca de la historia que le contó un amigo. Su madre tenía una peluquería en la que se reunían las prostitutas y donde, siendo un crío, escuchaba sus conversaciones sin perder detalle.” (…) Para Fernando León de Aranoa, la documentación empieza a ser un objetivo más que un medio para escribir bien un guión” (1). Las reseñas dedicadas especialmente a Princesas, ponen el acento en cierta incerteza respecto a los territorios de verdad/ficción en donde resulta difícil ubicar la propuesta de Aranoa.
¿Es Princesas una película de ficción que se mueve lentamente o se desplaza a las zonas de lo documental/testimonial? ¿Reside en este desplazamiento su diferencia, su imposibilidad de ser encorsetada como ‘drama social’? El cine muestra en algunos espacios simbólicos esta certeza, esta imposibilidad. En algunos casos, la presencia de actores no profesionales, de propuestas cercanas al neorrealismo o al realismo rohmeriano, este intento de captar lo cotidiano y de volverlo representación nos permitiría sospechar de estas posibles clasificaciones estrictas.
Curiosamente los procedimientos de ambos directores son casi opuestos y los resultados casi los mismos, con una diferencia, en la película de Flores hay una explícita voluntad de denuncia.
11.- En Princesas la amistad de las dos prostitutas y sus distintos recorridos nos permite enfocar otra suerte de representación, la cuestión solidaria de género. En la puta vida es el policía quien interviene y protege a la prostituta que desea regresar a su país para abrir la deseada peluquería. Ella, asume el gesto público de hablar ante las cámaras y denunciar abiertamente los engaños padecidos y la responsabilidad estatal. No es el cuerpo de la mujer pública (y adviértase la ironía de la expresión) el que habla, es la palabra de la mujer que vuelve la anécdota discurso político, denuncia social. Al igual que en 1929 Raquel Liberman consiguió con su denuncia desmontar el imperio del tráfico de jóvenes polacas en Rosario, la protagonista de En la puta vida, con el rostro pálido y sin pintura (fuera de la performance de la prostitución) habla al público, toma la palabra y denuncia con riesgo de su propia vida lo vivido.
Hay una cámara móvil que transmite desde la alambrada la palabra pública de la mujer, mientras en otra cámara en Barcelona, las prostitutas miran y escuchan sus mensajes para tomar una acción social y política en el espacio público de la calle patriarcal. Estos movimientos son los que nuclean con una mayor conciencia política y social a las prostitutas en algunos países de Europa, para hablar con una voz propia. La prostituta tiene una voz.
12.- Los espacios elegidos en ambas películas son parecidos y diversos. Madrid y Barcelona tejen su hilo invisible de rostros, pieles y deseos. Mientras el engaño del proxeneta de quien la protagonista está enamorada es el detonador de los conflictos en la historia de la uruguaya, en Princesas Caye y Zulema nos recuerdan no solo los cuerpos sino los textos como sujetos con historia. La palabra del otro, si es mujer, molesta. No, estas no son las putas politizadas que leen poemas en la habitación del burdel a adolescentes eternos como Oliverio, en El lado oscuro del corazón. No son prostitutas postdictatoriales, sus elecciones de vida son semejantes: comer, enviar dinero a su familia lejana, ahorrar dinero para montar sus peluquerías o tienditas que les permitan vivir dignamente, mentir sobre sus profesiones a la familia, extrañar a los hijos, ser víctimas de algún proxeneta sin escrúpulos. Caye, prostituta madrileña que hace la calle, se solidariza con Zulema, la prostituta dominicana y le da algunas lecciones de supervivencia, tal vez demasiado tarde. Los diálogos en la peluquería que se encuentra enfrente al territorio de las prostitutas permiten reconocer voces, acentos, circunstancias. La peluquería es lugar de encuentro en Princesas. Las peluquerías configuran espacios que remiten al mundo de los juegos de la infancia, a un deseo inalcanzable en el mundo móvil de los deseos femeninos.
Como contrapartida, los oficios elegidos hablan de la violencia de género que se ejerce sobre sus víctimas a través de los golpes, el lenguaje y la muerte. El asesinato de Lulú en Barcelona, es lo que hace decidir a Bebé la denuncia de su situación ilegal. En este sentido, en ambas películas es una cuestión de género la que también se pone en escena.
Los planteamientos de ambas películas no son ajenos a la realidad de todos los días. Si volvemos a las declaraciones de Salas en El año que trafiqué con mujeres, reconoceremos que la historia es circular, con la diferencia de que en algunos países los códigos y sus leyes respectivas no reciben ninguna consideración. Todo se cubre con dinero. El tráfico de mujeres, sus cuerpos móviles, con nombres falsos e historias llenas de miedo y amenazas llega a su máximo punto de exposición en los tiempos móviles en que vivimos. No en vano, se mira la película y si bien se sabe que es verdad, se sigue insistiendo en la inutilidad de volver a contar verdades por segunda vez.
13.- Hay una micropolítica del espacio, el espacio de la prostitución. Este microespacio pone en escena varias preguntas: ¿De quién es la calle? ¿A quién pertenece la esquina? En la película de Flores el territorio se pelea entre grupos de mujeres y/o travestis latinoamericanos, en Princesas se cuestiona el origen, de dónde es o viene esa ‘otredad’.
Las identidades como los territorios no respetan acuerdos. Plácido, el proxeneta de En la puta vida lleva varios pasaportes/identidades y dice: “Esto es otro mundo, Bebé”.
14.- Angela Carter en La mujer sadiana afirma que la prostituta ha hecho de sí misma su propio capital de inversión. Su producto, su actividad sexual, su respuesta ficticia, vale precisamente lo que el cliente quiere pagar por él, ni más ni menos, por eso es lo que sucede con todos los productos. Sin embargo, la prostituta es despreciada por el mundo hipócrita porque ha hecho una evaluación realista de sus haberes y no tiene que recurrir al fraude para ganarse la vida. Esta relación entre el producto y el precio y la oferta y la demanda. Pero en tiempos globales la mujer es comprada por un contrato que especifica un coste (a su cuerpo) y un pago de la deuda del orden de lo imposible. Esta es la diferencia. Ella no elige. Ella no decide. No es lo mismo ser ‘comprada’ y perder la identidad que decidir trabajar como prostituta como oficio con seguridades sociales y sindicato como ocurre en algunos países europeos (Francia, Holanda).
15.- Bebé, la prostituta uruguaya en Barcelona, dice: “No soy puta, trabajo de puta”. Bebé le aconseja a otra prostituta desolada por cuestiones sentimentales: “tenés que tener tu propio proyecto, tu negocio”. Bebé descentra la cuestión sentimental y la retorna al proyecto económico. No en vano la película se inicia con una salida de la casa materna, al mejor estilo del sainete o teatro popular latinoamericano, con ‘secador’ en mano, operando como sinécdoque del ‘deseo’ de Bebé y la película termina con el sueño de la peluquería propia.
16.- “Las mujeres se venden como Ganado” (Página 12, 7 de abril del 2005). El texto comenta: “Estas cosas parecen una película, pero la realidad que vive el país es que hay un sistema de crimen organizado que captura a mujeres y las vende para ponerlas a trabajar en prostitución con un regimen de esclavitud” para añadir más adelante: “De hecho, la información reunida por el comisario principal Jorge Tobar, permitió a Interpol rescatar a 25 jóvenes que habían sido vendidas como ganado en pie a proxenetas de Vigo, Burgos y Bilbao; 19 de ellas eran tucumanas y muchas salieron de la zona de Chilecito, en La Rioja”.
17.- La directora argentina Gabriela David dirige la película La mosca en la ceniza (2009). La historia rescata una noticia aparecida en la prensa nacional en la que dos muchachas del interior son obligadas a trabajar como prostitutas en un piso en plena zona norte de Buenos Aires. La historia es verídica. La audacia y valor de las dos amigas les permite salvarse, a riesgo de perder sus vidas. En toda la película no se ve ni una escena sexual, pero se percibe el encierro, la degradación, la máscara social, la imposibilidad de elegir.
18.- En plena época de la tan mentada globalización los cuerpos de las prostitutas transatlánticas o locales o globales se ven sujetos a relaciones de dominación en los límites con la esclavitud. Por eso la mujer nigeriana a la que se refiere Salas en su libro, apenas podrá comprender la trama orquestada en torno a ella, quien con dieciséis años es dudoso que pueda salir de su propio holocausto, sobre todo si los espectadores y los lectores siguen pensando que en estas películas y textos se cuentan historias ya contadas, como si hubiera demasiada historia nueva para contar, salvo caer en el peligroso territorio de la repetición y del horror cotidianos.
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Bibliografía
Briz, Carmen “Princesas de la calle”, Entrevista a Fernando León de Aranoa, Revista Página Abierta, 163, octubre de 2005. www.pensamientocrítico.org
Carter, Angela La mujer sadiana Barcelona: Edhasa, 1998.
Castillo, Debra A. Easy Women. Sex and Gender in Modern Mexican Fiction. Minneapolis: Univ. of Minnesota Press, 1998.
Carpenter, Belinda J. Re-thinking Prostitution. Feminism, Sex and the Self. New York: Peter Lang, 2000.
Eloy Martínez, Tomás. El cantor de tangos. Buenos Aires: Planeta, 2005. En la puta vida. Dir. Beatriz Flores Silva. Montevideo: Avalon Productions, BFS Producciones.Bavaria Film, ICAIC, Saga Film, Via Digital, 2001. Funes, un gran amor. Dir. Raúl de la Torre. Raúl de la Torre Producciones, Argentina: 1993.
Osborne, Raquel. Las prostitutas: una voz propia. (Crónica de un encuentro). Barcelona: Icaria, 1991.
Padrón, Frank. “Nuevo cine uruguayo en La Habana” en http://www.trabajadores.cubaweb.cu/2007/enero/29/ cultura/nuevo.htm Princesas. Dir. Fernando León de Aranoa. Reposado Producciones Cinematográficas. España: Madrid, 2005.
REDH – Red Solidaria por los Derechos Humanos. “Las mujeres se venden como Ganado” Página 12. 7.5.05.
Restrepo, Laura. La novia oscura. Barcelona: Anagrama, 1999.
Salas, Antonio. El año que trafiqué con mujeres. Madrid: ediciones Temas de hoy. En primera persona, 4a. ed., 2004.
Suárez, Patricia. Las polacas. Buenos Aires: Ediciones Teatro Vivo, 2002. Una mosca en la ceniza. Dir. Gabriela David. Gabriela David Producción: Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Pampa Films, Argentina: 2009.
Zulema Moret, Catedrática de Literatura en la Universidad de Michigan (USA). Escritora. Coordinadora de talleres literarios.
* Este es el inicio de un trabajo en serie o la lectura de un conjunto de textos y películas en torno a las prostitutas en el cine y la literatura latinoamericana.
Todo se entrega a los ojos pequeños /
y se abren en las afueras
para que la luz se vaya haciendo tiempo.
Humberto Megget
Para que la incisiva lontananza retornara
a siestas de adoquines y encontrase de mis ojos
aquellos acuosos asilos de jazmín y bandoneón. Allá,
en la madrenuestra calle que enfocó al firmamento
a través del tajo de un muro abatido. Donde toman
todavía sales extranjeras los días sin vivaces
sustancias ni pulmones trotamundos, allá sigo
viéndote, esquina del otro lugar, portuaria
inquisidora, llamándome, muda y pertinaz.
Para comprar de nuevo la postal isleña
en el arcaico comercio ahora olvidado,
y escribir un saludo alado a la no respuesta,
he vuelto a la vereda de líneas telefónicas
cual árboles camufladas. Si llamo a las hojas,
están ocupadas por aves que unen trinos con timbres
de bicicletas que abandonó el verano.
Para rotar aquellas ruedas, para enruedarme
con el tráfico de recuerdos polizones de los patios,
traigo esta pequeña luz, que anda de puntillas
entre persianas y escalones, aeronaves, azucenas,
termómetros despistados, buzones, azules escarabajos.
Esta luz que sólo es tiempo encendido
y que piensa en ti, en tu mejor fortuna
cuando evoques el mañana.
12/2005
EL MATE
No es asunto de sed, sino de ser
anfitrión del agua que tonifica
y que nos piensa.
Mano unida al cuenco de la naturaleza
donde la yerba trae sentido, identidad,
la pausa verde que se bebe. Entrega
noble y aliada de un río secreto.
Allí hallan los dedos corazón,
el organismo ánima, la soledad
amparo, grupo, apetencias.
Llévame una vez más en tu balsa
sobre sorbos redentores, en tu madera
tatuada por mis huellas, en el cuero
redondeado de metales y de rondas
en campos innumerables.
Una vez más llévame al sur, inseparable
hermano de mis días.
Y que la fiel canción amarga, toda
dulce bajo tu raíz, jubilosa se repita
brindando por nosotros.
3/2013
LA ROSA
La rosa de mi nombre, la que ha sido
niño y joven escalando alboradas; la soga
y la cumbre aciagas de los equilibristas.
La inmarcesible rosa borgeana; la que ocupa
el adiós, un suspiro del invierno, alguna espina.
Aquella que se burla si las fieras buscan oro
en lodazales; la que funda con lluvia espejos
goteadores de rostros sobre tierra umbría.
La rosa intocable de Jiménez, en patios del sur
notoria, cuando la frente admite el tacto medicinal
de los ensueños.
Flor sin hogar fijo en el vaivén de mi linaje; fantasía
de la sangre; rumbo de las hojas hacia el fuego.
La rosa de mi nombre no me nombra, no soy
su asunto encrucijado, nadie que consuele; tan solitaria,
quiere otro vigor para trocar mudez y encender canto.
Nadie, pues, ninguna rosa en este Rosales, extraviado
en jardín donde voz, pensamiento y acción (pétalos
sin más) se debaten ante el viento invulnerable.
Ahora y en la hora de tu reino, mi pobre muerte,
en crudos documentos caducados, en renglones voraces,
detrás de los libros o macetas o pañuelos,
quizás veas una herida que fue mano
alzar nueva rama, un gorrión rojo,
una promesa de verano.
Si la espina ha florecido, quizás me perdone la rosa
por haberla evocado.
4/2007
LA NAVE
A J.S. del Viejo
Mellizo de ancla liviana, bajo capricho
de revueltos océanos, afirmo
nave a mis ojos furtiva.
Cuando le venza temporal,
y le arranque su purpúrea bitácora, el timón obstinado,
las millas por millares ajadas en las velas;
cuando le arrastre la proa partida
hacia el cementerio polar, no sabré
quién transportó los motivos del pirata
que rehusó navegar;
dónde quedaría el cofre
del tesoro imposible, la sirenita de almíbar y ensueño,
aquella bandera con iniciales del sitio
al que habría querido llegar.
Cruel viene resultando el año 2013 en materia de Derechos Humanos para la sociedad uruguaya.
Tendremos que afrontar el cuadragésimo aniversario del golpe cívico militar de 1973, recordándolo como la fuente de tristes crímenes todavía encubiertos y habremos de seguir soportando la ignominiosa contradicción de que mientras las víctimas desaparecieron sus victimarios circulan provocativamente entre nosotros.
Perdura el contumaz silencio de las Fuerzas Armadas respecto a sus crímenes, la ambigüedad de ciertos pronunciamientos de nuestra clase política, la irresponsable indiferencia de una considerable parte de nuestra alegre y confiada sociedad y, como nefasto remate, las sentencias últimamente adoptadas por la mayoría de nuestra Suprema Corte de Justicia (SCJ), que violan el sentido común, desprecian la memoria de las víctimas, el dolor de sus familiares y los sentimientos de nuestro Pueblo, desconciertan e irritan a la ciudadanía, dividen a la academia y a la jurisprudencia, transgreden la legislación internacional y avergüenzan al país entero ante sí mismo y ante la comunidad mundial.
Mientras otras sociedades de América Latina realizan sensibles progresos en el esclarecimiento de la Verdad y en el castigo de sus respectivos criminales, Uruguay aparece ante la faz del mundo cediendo, una vez más, a las presiones de los verdaderos aunque ocultos culpables y se hace regañar como niño desobediente por organismos regionales con capacidad de aplicarnos deshonrosas sanciones.
Ante tanto daño, ha habido, no obstante, reacciones dignas de apoyo, así como advertencias fundamentadas acerca de la necesidad de enmendar el rumbo, caiga quien caiga. Aunque recién nacida, la Institución Nacional por los Derechos Humanos ha hecho oír sin demora la voz jurídica y éticamente fundada de sus miembros, poniendo en evidencia las aberraciones de la SCJ. Fiscales y jueces, la mayor parte de ellos mujeres, han decidido desconocer en sus sentencias la posición incompartible de la Corte. Las organizaciones de Derechos Humanos, la Universidad de la República, partidos políticos de izquierda, el movimiento sindical y estudiantil, artistas, intelectuales, residentes uruguayos en el exterior y todo tipo de agrupamientos sociales preocupados por el pasado y el futuro del país se han manifestado claramente contra los fallos de la SCJ y contra la soberbia y retrógrada actitud de la mayoría de sus miembros, pidiendo, como piden el sentido común y el decoro nacional, su aleja- miento de los cargos que vienen inexplicablemente ocupando.
Esta crisis y el enfrentamiento que ha suscitado continúan, como lo demostró hace muy pocos días la participación ciudadana en la última Marcha del Silencio y el sentido actual de sus reivindicaciones. El país no podrá resistir el statu quo en esta materia y haríamos bien, todos, en forzar la búsqueda de una solución antes de que la inevitable salida nos sea impuesta desde fuera.
La educación y su irrenunciable protagonismo
He expuesto en múltiples ocasiones mi convicción acerca de la politicidad e historicidad del hecho educativo. No desarrollaré aquí estos temas. Rendiré homenaje, una vez más, a los estudiantes y los docentes asesinados, torturados, perseguidos y obligados al exilio por la dictadura. Y recordaré que a partir de la posdictadura, es decir, de 1986 y hasta 2005, los programas oficiales de estudio de la historia prescribían la enseñanza de “la evolución de nuestro país en el siglo XX hasta 1967”.
Maestros y profesores estaban obligados a ocultar a sus alumnos en qué contexto habían vivido sus abuelos y padres y cuáles habían sido los hechos históricos conducentes al presente tal como lo percibían niños y adolescentes. Hubo durante cuatro períodos gubernamentales el ocultamiento de uno de los asideros fundamentales de la constitución de toda persona: el conocimiento de las raíces explicativas de su entorno real. Nada más que para la primaria oficial, puede calcularse en un millón el número de niños, hoy ya en edad de ejercer su plena ciudadanía, que no conocieron la historia reciente, conocimiento al que tenían pleno derecho por el mandato del segundo inciso del artículo 71 de nuestra Constitución y por la adhesión de Uruguay a variados instrumentos internacionales en la materia, entre ellos la Convención de Derechos del Niño de 1989 donde pueden leerse expresiones como las siguientes: “El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo…” (Art. 13); “Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a (…) prepararlo para asumir una vida responsable en una sociedad libre” (Art. 29).
En 1996 la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors, presentó a la UNESCO su informe titulado “La educación encierra un tesoro” que se ocupa abundantemente de este tema, incluyendo estos párrafos: “Se trata sobre todo de ayudar al alumno a entrar en la vida con la capacidad de interpretar los hechos más importantes relacionados con su destino personal y con el destino colectivo. (…) Hay aquí un terreno nuevo para los responsables de las grandes orientaciones de la política de la educación y de la elaboración de los programas. Esa perspectiva tendería a integrar los logros de las ciencias sociales en un enfoque global que permita una amplia comprensión de los hechos pasados y presentes”.
Reacios al mandato cobardemente impuesto en los programas de estudio de la época ya llamada “democrática”, muchos maestros y profesores rompieron el bloqueo que se imponía a sus conciencias y aportaron a sus alumnos el conocimiento de la verdad histórica total.
Lo hacían en escuelas y liceos, en forma personal y colectiva, enfrentando dificultades múltiples: la falta de suficiente información, la resistencia de algunas familias, el celo burocrático de ciertos directores e inspectores. Pero lo hacían, acatando su propia consigna interior: resistir el impuesto e hipócrita olvido a la verdadera historia. Registré entre mis notas personales el haber asistido, el 23 de octubre de 2004, una semana antes de las elecciones nacionales que dieron el triunfo por primera vez al Frente Amplio, a una reunión de docentes convocada por el Movimiento de Educadores por la Paz en la que viví la emoción de escuchar fundadas exposiciones sobre la necesidad de abrir hasta fechas recientes la enseñanza de la historia, así como el testimonio de maestros y profesores que lo venían haciendo y se sentían orgullosos de ello, desafiando obstáculos y justificados riesgos.
La historia reciente también es historia
El nuevo CODICEN de la ANEP, resultante del cambio político al fin operado en el país, escuchó este clamor y el 26 de octubre de 2005 adoptó una Resolución modificando los programas de enseñanza de la historia reciente. En lo esencial, el CODICEN decía: “Considerando: que el conocimiento de la historia de la segunda mitad del Siglo XX es esencial para que los educandos comprendan los cambios ocurridos en la sociedad, la economía, la política y la cultura, que vertebran el mundo actual al grado que omitirlos es volver incomprensible la realidad, (…) el Consejo Directivo Central resuelve: 1. Encomendar a los Consejos de Educación Primaria, Secundaria y Técnico-Profesional, a la Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente, proponer, en el menor plazo posible, la adecuación de los planes y programas de estudio a fin de que los docentes dicten el análisis de la Historia de la segunda mitad del Siglo XX”, a lo que seguían medidas ten-dientes a la implementación de la Resolución.
Hubo que explicar a la población las razones y el carácter impostergable de la medida adoptada, formar en cursos intensivos con apoyo de la Televisión Nacional a los docentes, producir los materiales necesarios, aprovechando la experiencia que habían ya realizado los educadores de avanzada y la actitud favorable del movimiento sindical docente. Fue una de las grandes transformaciones introducidas por el nuevo gobierno de la ANEP, en uso pleno de la autonomía que la Constitución le otorga.
Como era de esperar, la oposición perdió la oportunidad de guardar silencio y organizó un gran escándalo. No hizo sino el ridículo, con la colaboración de la prensa reaccionaria. Así, el ex Presidente Dr. Sanguinetti afirmó en El OBSERVADOR de 28 de octubre de 2005 que la enseñanza de la historia contemporánea es de “cuasi imposible objetividad”; su colega el Dr. Lacalle escribió en EL PAÍS de la misma fecha que “siempre es peligroso enseñar historia con- temporánea cuando los que la enseñan han sido testigos”; en este mismo diario y fecha el Sr. Luis Hierro opinó que “ni los profesores, ni los textos, ni el sistema están preparados para dar una visión razonable”, en tanto el Diputado y Maestro Sr. José Carlos Cardoso declaraba en EL PAÍS de 9 de noviembre de 2005 su inquietud, manifestando: “esto va camino a una historia sesgada, que tiene como objetivo conseguir adhesiones”. El ruido opositor fue, naturalmente, mucho más intenso pero no muy prolongado. La ANEP hizo las cosas bien, con la autorizada y activa participación del Vicepresidente del CODICEN, Profesor José Pedro Barrán; los nuevos programas fueron aplicados y ahora a nadie se le ocurriría sugerir con éxito que la enseñanza de la historia tenga otra fecha límite que el día de hoy.
Más aun: en ese primer gobierno del Frente Amplio fueron reformulados todos los planes y programas de estudio de los cuatro niveles de que se ocupaba la ANEP: inicial y primaria, secundaria, técnico-profesional y formación docente. Sin entrar al análisis global de los mismos, que no es este el lugar de hacer, se mantuvo en todos ellos el alcance que se había dado a la enseñanza de la historia y se consideró necesario que el alumnado, en el marco de una visión integral de su formación, tuviera oportunidades genuinas de conocer e internalizar por la experiencia personal y colectiva los Derechos Humanos y los valores que contribuyen a la preservación de la paz, la solidaridad, la justicia social, en un anticipo de lo que hoy, a instancias del Presidente Mujica, se viene implementando como una “estrategia por la vida y la convivencia”.
El mensaje de los nuevos programas de estudio
No dispongo de espacio para entrar en detalles, pero deseo concretar mi pensamiento apoyándome en la cita de algunos textos que considero pertinentes y avanzados.
El programa para la Educación Inicial y Primaria (2008) declara en la primera línea de su texto (página 9): “El Programa Escolar del Consejo de Educación Primaria se centra en los Derechos Humanos”. Se incluye una subárea denominada Construcción de Ciudadanía, así justificada: “La finalidad de este campo en la escuela es la formación de sujetos autónomos, críticos y responsables, capaces de articular su libre realización personal con la responsabilidad social y la búsqueda de la justicia”. Y con ese fin se sugieren contenidos y actividades para los niños de tres años de edad en adelante. El programa de historia de sexto grado incluye temas como los siguientes: “La crisis política y el golpe de Estado de 1973. Gobierno cívico-militar. La interrelación de dictaduras en América Latina. La construcción de un nuevo orden institucional. La ruptura del Estado de Derecho. La supresión de garantías individuales y colectivas. La represión y violación de los derechos humanos. La emigración política y económica”. Para ese mismo grado, el programa de Ética prescribe: “Las diferentes concepciones sobre la Paz. La Paz más allá de la oposición a la guerra. La Paz como discurso. Los Derechos Humanos como conquista. La vida como valor y sustento de los Derechos Humanos. Los genocidios”. Y el de Derecho dispone: “La construcción de una Cultura de Paz como alternativa a diferentes formas de autoritarismo. Los crímenes de lesa humanidad. La solidaridad entre países. La resolución pacífica de conflictos: la mediación”.
El nuevo programa de Educación Secundaria, en su reformulación de 2006, incluye en su primero y segundo años dos horas semanales como Espacio curricular abierto, justificado, entre otras frases, por las siguientes: “El Espacio debe promover valores como la tolerancia, la solidaridad, el respeto, la responsabilidad, el compromiso con la sociedad y el medio ambiente, la capacidad de escucha y la convivencia democrática a través de la reflexión, el diálogo y también las acciones concretas de involucramiento y compromiso activo con la comunidad y el centro educativo”. En el tercer año del Ciclo Básico se reservan tres horas semanales para Educación social y cívica y en segundo año de Bachillerato otras tres para Educación ciudadana, concebida, se dice, como “espacio privilegiado para reflexionar y ayudar a reequilibrar la necesaria relación entre lo colectivo y lo individual”.
El programa de Historia del último año de Bachillerato está precedido, entre otras, por las siguientes consideraciones: “Se sugiere que el tratamiento de los temas del Programa contemple y considere, de manera articulada, la evolución histórica de los Derechos Humanos a nivel mundial y en nuestro país, que incluya la defensa de la dignidad humana, de los instrumentos legales para garantizarlos y la responsabilidad individual, social, grupal y política en su defensa, evitando toda forma de discriminación. La indagación sobre la vigencia y violación de los Derechos Humanos habilitará y brindará oportunidades a los/las estudiantes no sólo a participar activamente en su ejercicio y defensa como ciudadanos responsables y respetuosos del pluralismo cultural y de valores, sino a asumirse como sujetos de derechos”. Y el Programa incluye, entre otros, estos temas a desarrollar: “El golpe de Estado de 1973 y las diferentes miradas historiográficas. La dictadura cívico-militar, la vida cotidiana y los miedos. El plebiscito de 1980, la crisis económica y la transición hacia la democracia: concertación programática, acuerdo del Club Naval, la Ley de Caducidad. La situación de los Derechos Humanos. La situación económica y social al finalizar el siglo”.
El Plan 2007 para la Educación Técnico-Profesional (UTU) incluye para tercer año, y lo menciono siempre sacrificando detalles, dos horas semanales de Formación Ciudadana. En su fundamentación se señala: “…el eje articulador de nuestra asignatura es la construcción de ciudadanía y la promoción de los Derechos Humanos. Formación Ciudadana tiene como objetivo brindar instrumentos a los futuros ciudadanos que les permita vincularse de forma crítica con su realidad, que los ayude a desarrollar un pensamiento autónomo”. Es mucho más lo que ofrece la UTU a sus estudiantes, entre otras oportunidades un taller optativo sobre “Filosofía para Jóvenes”.
Por último, quisiera referirme a algunos aspectos de la Formación Docente, área de trabajo de la ANEP hoy involucrada en un importante debate a raíz de la disposición legal de dar a la misma nivel y carácter universitario, mandato que está cerca de dar lugar a una Ley por la que se debiera crear la Universidad Nacional de Educación. Me limitaré a mencionar que el Sistema Único Nacional de Formación Docente, adoptado por la ANEP en 2008, reconoce que “el perfil de egreso del profesional docente parte de la relación dialéctica de la educación y la transformación social”. Se propicia, pues, la formación de un profesional que contribuya a “la construcción de una sociedad más humanizada, justa y solidaria, fundada en el ejercicio pleno de los Derechos Humanos”.
El salto hacia el NUNCA MÁS, que la educación pública no dio en 1985, lo fue dando de 2005 en adelante. El lector podrá preguntarse, justificadamente, si las previsiones de todos estos programas, animados de un enfoque humanista que requiere la adhesión y el compromiso de los docentes y del pueblo, tienen plena aplicación en aulas y centros. Yo también me lo pregunto, pero tengo plena confianza. Toda política educativa adquiere muy lentamente vigencia generalizada. Los sistemas de educación son, por múltiples razones, reticentes a los cambios, mucho más cuando estos inciden sobre conceptos y prácticas socialmente arraigadas. Escribía Julio Castro en 1966: “El andar del tiempo hacia la liberación de los pueblos es constante y es, además, irreversible. A los educadores, la hora presente nos señala deberes y responsabilidades que no debemos eludir. Es un honroso compromiso (…) que debemos cumplir con dedicación, con coraje y, sobre todo, con una lúcida visión de las limitaciones presentes y de las posibilidades que debemos crear y conquistar para construir el porvenir”.
Nuestro NO, nuestro SÍ
Enfrentando las limitaciones de que nos habla el Maestro Mártir, hemos venido trabajando las posibilidades que nos permitan conquistar la construcción del porvenir. Nuestra herramienta principal de educadores es la palabra, la nuestra y la del alumno, la palabra que cimenta la paz, la justicia, la solidaridad, la convivencia. Ahora aparece la mayoría de la Suprema Corte de Justicia diciéndonos a todos, a la sociedad, pero también a los educadores: “Vuestro pensamiento y vuestro libreto tienen erratas: olvidémonos de la recuperada capacidad punitiva del Estado; donde decía imprescriptible ha de leerse y aceptarse ya prescribió; no ha de hablarse a niños y adolescentes de delitos de lesa humanidad, que no los ha habido, sino de olvidables delitos comunes; los torturadores no han de ser castigados sino liberados; a los jueces díscolos y sobre todo a las juezas de conciencia autónoma les agradeceremos los servicios prestados; y en cuanto a los Derechos Humanos, la comunidad internacional no tiene nada que decirnos, pues constituimos un país soberano, sin otra verdad que la que nosotros, la mayoría de la SCJ, proclamemos.
El oráculo se ha pronunciado. Acato y respeto, ha dicho la mayoría, aunque no estoy de acuerdo. La confrontación arde dentro de la misma Justicia. Y en la calle. La ANEP, cuyos documentos fundamentales de acción educativa, los programas de enseñanza, han sido tácitamente cuestionados, no ha dicho, que yo sepa, todavía nada.
El lector me permitirá la inmodestia de ubicarme – tal vez por no poder todavía considerarme fuera de servicio – ante este dilema. Es esta una hora crucial para los educadores y sus organizaciones: la hora de gritar, con fuerza, nuestro NO. NO olvidaremos a nuestros muertos, ni a nuestros torturados, ni a las compañeras violadas, ni a los niños robados. NO aceptaremos resignadamente la impunidad de los criminales. NO perdonaremos que miles de educandos hayan sido formados bajo un pensamiento fascista. NO renunciaremos a que los programas de enseñanza estén orientados por valores portadores de justicia y libertad. NO permitiremos que nuestros alumnos sean formados con nuestra complicidad para una sociedad en que la lucha por la Verdad y la Justicia sea reemplazada por el verticalazo, el olvido y el silencio.
Y si a la hora de la verdad, en la hora íntima en que el educador y su alumno se escuchan mutuamente y se miran fraternalmente a los ojos para crecer juntos, tenemos que desacatar dictámenes reaccionarios, erróneos e inadmisibles, los desacataremos. En esto de cultivar una pedagogía de la resistencia, de la desobediencia y, si es preciso, de la clandestinidad, los educadores de todo el mundo tenemos experiencia. No estoy exhortando a introducir el caos en nuestro sistema educativo; estoy, una vez más, recordando a Julio Castro, que nos dejó dicho hace medio siglo: “la hora presente nos señala deberes y responsabilidades que no debemos eludir”.
Este artículo, recibido directamente de Miguel Soler, fue publicado anteriormente en el periódico uruguayo Mate amargo.
Miguel Soler, Maestro y escritor nacido en Barcelona. Desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en Uruguay. Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Montevideo.
Uruguay: El «amateurismo literario» / Federico Nogara
La literatura siempre funcionó como un oficio en Uruguay. Había escritores como había médicos, cocineros, carpinteros. La situación dio un vuelco considerable con la llegada del Frente Amplio al gobierno. La mayor parte de los escritores apoyó desde el primer momento a una fuerza que intentaría el cambio social tantas veces anhelado. La literatura también cambiaría Y en efecto, cambió.
En general los gobiernos “progresistas” aplican a la literatura lo que no aplican a su propio funcionamiento como fuerza política: la horizontalidad. Una horizontalidad a la que esconden tras el eufemismo democracia, tan manido, tan falso la mayoría de las veces y tan caro a los europeos, a quienes, por lo menos en el terreno cultural, seguimos copiando y muchas veces reverenciando.
Metidos en esta democracia literaria todos los escritores son iguales, en caso contrario se caería en el elitismo.
Durante muchos años la mayoría de los escritores uruguayos se jugaron por extender la parte de la cultura que les correspondía -la literatura- a los ciudadanos del país: los libros debían ser para todos, llegar a todos. La recepción de la cultura para la población es, sigue siendo, una vieja aspiración de la humanidad. Sin embargo, los libros son hoy, más que nunca, un artículo de lujo en Uruguay, tan caros como en países con un nivel de vida muy superior.
Un caso extraño el uruguayo. Comprar libros (leer) es una actividad elitista, mientras que escribirlos es democrático.
De esa extrañeza surge el “amateurismo literario”, un fenómeno también curioso, porque a ningún trabajador se le ocurriría, en una sociedad que funciona alrededor del dinero, trabajar gratis. Aparte, ningún sindicato lo permitiría. Y cualquier militante del actual gobierno apoyaría la negativa sindical. El trabajo no se regala.
Muchos opinan que esta democratización de la escritura, mirada desde el poder político, obedece a una necesidad de crear bases generadoras de votos al gobierno, pero dejemos este asunto para otros foros. Nos importa más entrar aquí en la consideración del proceso de creación.
El escritor está inmerso en el proceso creativo mientras escribe su texto. Al terminar el manuscrito y convertirlo en libro tiene en sus manos un objeto cultural que se comercializa. El libro es una mercancía.
Tan simple constatación parece alejada del pensamiento uruguayo más común y suena completamente extraña en los “amateurs”, que consideran a la cultura una especie de dádiva para entregar desinteresadamente a la población. Nada más alejado de la realidad.
Los escritores “amateurs” participan, al igual que los escritores “profesionales”, del proceso mercantil de la sociedad de consumo en la que vivimos (no le llamo capitalismo porque algunos podrían desmayarse o llamarme antiguo). Sus libros (sus mercancías) también se venden. Y cuando esos escritores “amateurs”, que tanto critican a las editoriales por negociantes y a los escritores “profesionales” por ambiciosos, consiguen buenas ventas o reciben un premio, lanzan las campanas al vuelo, sin tener en cuenta que han “pasado por el aro”, que son esas editoriales tan criticadas quienes otorgan los premios (directa o indirectamente) y es el negocio del libro (distribuidoras, comercios, etc.) quien se beneficia de su tarea creativa “desinteresada”.
Al definirse como “amateur” (algunos incluso aseguran no ser escritores pese a escribir y publicar) el presunto escritor trata de presentarse como un ser puro, que no forma parte del negocio de la literatura. Esa pureza literaria la basa en su escasa participación en el proceso comercial literario, limitada a la transacción económica entre él o ella, que escribe y vende el libro, y el “cliente” que lo compra. El escritor “amateur” está dedicado a la autogestión literaria; queda para los demás, los “profesionales”, el trato con las editoriales, las distribuidoras, los medios de comunicación y la participación en tertulias, foros, encuentros.
De esa forma el escritor “amateur” simplifica su participación en el mundo literario: nadie puede criticar sus escritos porque en realidad no se define como escritor ni pretende serlo, porque lo suyo no es un oficio, es un hobby, una actividad ajena al proceso de mercantilización de la cultura.
Aquí surge una pregunta lógica: ¿es posible tal cosa?
De repente aparece en escena, de manera indirecta, Alberto Zum Felde desde su libro “Metodología de la Historia y la Crítica literarias”, publicado en 1980 por la Academia Nacional de Letras de Montevideo: “Es tan absurdo pretender que todo hombre intelectual, todo escritor, todo artista, se dedique a la militancia política, como pretender que se aparte y se desentienda de la vida política de su país. Que se quiera dejar “la política para los políticos”. En principio, políticos somos todos en cierto modo; lo somos necesariamente, por el simple hecho de vivir en el seno de una sociedad políticamente organizada. Lo político es una condición de hecho de nuestra realidad social a la que, prácticamente, tampoco podemos eludir. Estamos en lo político como estamos en lo telúrico. Podemos actuar o abstenernos, pero no podemos eludir los efectos de las condiciones de esa realidad sobre nuestras propias condiciones personales de vida”.
Exacto. Estén los escritores en lo político o en lo telúrico, al publicar un libro les es imposible escapar a las condiciones en que se desarrolla el mercado literario en su país. La pureza no exime a los escritores “amateurs” de sufrir los embates de la realidad que sufren los escritores “profesionales”: si no la sufren por acción, la sufren por omisión. ¿Cuál es esa realidad? Vivimos en un sistema económico que ha convertido la cultura en cultura de masas por una razón muy simple: es un sistema planteado para ganar dinero. En la cultura de masas, dominada por la televisión, cuyos dueños son los mismos de las editoriales, las grandes radios, los diarios principales y las revistas de éxito, es necesario convocar grandes multitudes de consumidores. Y esa enorme clientela no se consigue difundiendo las grandes obras de la literatura universal ni profundizando en la calidad de las actuales, todo lo contrario. Lo tienen claro los gobiernos europeos de distinto signo, cuyos ministros de cultura hablan de industria cultural y de actividades culturales rentables. A la sociedad neoliberal consumista le interesan los libros entretenidos y de venta fácil.
Una persona despierta una mañana invadido por el espíritu de Shakespeare, como le pasaba al personaje de Borges. Corre entonces a escribir su texto, y cuando lo termina paga a un diseñador, a un maquetador y a una imprenta para conseguir su libro. Ya está metido de lleno en el proceso monetario de la publicación. Luego puede seguir siendo “amateur” y regalar el libro a los familiares o llevarlo a una librería (completar el proceso), pero ya está contaminado. Y con el agravante de que su libro no ha pasado por ningún comité de lectura ni cuenta con la opinión de algún experto. En este punto debería detenerme. En el Uruguay actual los expertos –al igual que los intelectuales- no son bien vistos. Sin embargo, somos cultura, y la tradición cultural nos ha enseñado (no olvidemos que se nos educa) a apreciar las diferencias y el valor. No es lo mismo un libro de Corín Tellado que uno de García Márquez. Sin embargo, la escritora española ha vendido bastante más “mercancía” que el colombiano. ¿Dónde funciona, o debería funcionar, la teoría del valor en nuestro tiempo? Si nos atenemos a las ventas o al gusto popular la cuestión está clara. Aquí es donde aparece el experto, quien nos explicará que Corín Tellado utiliza en sus novelas personajes estereotipados viviendo en sociedades divididas en buenos y malos, donde las ninfas tienen como meta el casamiento con el hombre perfecto y en su búsqueda son acosadas por personas de bajos instintos; mientras el colombiano es mucho más sofisticado, no sólo pretende contar una historia sino que nos quiere hacer soñar y volar. “Faltan maestros”, gritaba el “loco” del film de Tarkovski. En Uruguay no faltan maestros, hace falta que se les escuche.
Por ejemplo a Carlos Vaz Ferreira, que en su “Moral para intelectuales” nos señala: “El buen vino no puede prepararse en recipientes abiertos; en éstos se produce, es cierto, un vino suave y alegre, para el consumo corriente; pero el de fondo, concentrado y fuerte, tiene que fermentar y condensarse en recipientes cerrados, con la resistencia y con el tiempo. Pues bien, con nuestra cosecha intelectual, sucede que casi toda se gasta en esa preparación fácil para el consumo inmediato. (…) Las inteligencias jóvenes, salvadas siempre las excepciones, tienen aquí tendencia a la producción fácil.
Llegados a este punto deberíamos considerar qué busca un lector conocedor de la literatura cuando abre un libro. Por mi experiencia diría que pretende que las reflexiones del autor lo hagan a su vez reflexionar, que quien escribe diga algo de manera intensa, que sea preciso, que tenga sofisticación, que profundice en el idioma, que su estilo sea novedoso o trabaje uno o varios estilos con suficiencia, que tenga capacidad de emocionar o hacer reír sin golpes bajos o tópicos y, por encima de todo, que sea sutil. Todo junto o sólo una parte, aunque yo nunca renunciaría a reflexión y sutileza, bases fundamentales de la buena literatura.
El escritor “amateur”, como decía, ya ha entrado en la maquinaria del consumo al haberse pagado el libro (incluso al habérselo hecho pagar a su familia o amigos); pero puede colaborar de lleno con las intenciones aviesas de la sociedad de consumo si se decide a escribir algo entretenido o de fácil venta. La responsabilidad de los malos manejos culturales no debe recaer en exclusiva sobre la sociedad y los políticos o funcionarios que toman decisiones erradas. También es responsable quien escribe como si nada, para entretener, para llenar un vacío, quien se beneficia de la burocracia o la cercanía al gobierno, quien aplaude o mira para otro lado cuando debería protestar, rebelarse.
Y al sostener esta posición no estoy abogando por una literatura realista o de denuncia. Estoy mencionando esa responsabilidad última que tiene todo escritor con su escritura, a la que se refería Jean Paul Sartre: “(…) escribir es ejercer un oficio que exige un aprendizaje, un trabajo continuo, conciencia profesional y sentido de las responsabilidades.” (Del libro “Qué es la literatura”).
De la misma forma que en cualquier actividad humana la dicotomía antiguo/moderno es falsa, porque la verdadera es bueno/malo, la división o autodivisión de los escritores en amateurs y profesionales es artificial. Escribir, ya se dijo, es un oficio como cualquier otro y a estas alturas los escritores deberían cotizar a la seguridad social y tener jubilación como los demás trabajadores. Pero, también como cualquier trabajador, y aún más en una actividad simbólica como la literatura, el escritor debe tratar de crear objetos de calidad y enfrentar, como cualquier otro trabajador, a la sociedad que lo utiliza y lo explota. Y una manera de enfrentar a esa sociedad es, simplemente, decir. No escribir porque es divertido, nos alegra la vida o nos permite poner nuestro nombre en una cubierta de libro. Escribir maldiciendo, con mala leche, según aconsejaba Francisco Umbral; profundizando, gritando aquello que los bienpensantes no quieren oír. La literatura uruguaya no se forjó en los grandes salones donde se bailaba el minué. Hay en ella lanzas y sables, astilleros, colas de paja, venas abiertas, cálices vacíos, exilio, cárcel, persecuciones, torturas. En nuestros genes los uruguayos llevamos “el temblor de la patria violenta” (Neruda).
Entrevista a la psicoanalista Silvia Bleichmar / María Esther Gilio
– ¿Por qué piensa usted que, siendo el cuerpo algo tan fundamental para el hombre, ha sido tan poco atendido por el psicoanálisis?
– Creo que el cuerpo ha ocupado siempre su lugar en el psicoanálisis; ahora, lógicamente, en este momento histórico, este particular ha pasado a tener una fuerza muy grande a causa de los nuevos modos de irrupción de patologías que ponen en juego cuestiones que hacen a lo corporal.
– ¿Bulimias y anorexias serían un ejemplo de ello?
– Sí. Por otra parte, los modos de representación del cuerpo han variado no sólo porque han variado los cánones estéticos fundamentales, sino porque, en el cuerpo, se ha instalado lo inamovible de la individualidad.
– ¿Qué quiere decir eso, exactamente?
– Quiere decir que el cuerpo es la propiedad última del ser humano. Piense en cómo se plantean en este momento los movimientos migratorios. Las enormes masas que se desplazan de un lado a otro del mundo constituyen un fenómeno que es materia de debates en Europa y en Estados Unidos. En la medida en que el cuerpo es lo desplazable de los seres humanos, los problemas migratorios pasan a otro plano. La derecha, a nivel mundial, avanza a causa de los problemas que plantea la inmigración.
– El cuerpo sería, entonces, la propiedad última de los seres humanos. Este es un pensamiento bastante revolucionario. ¿Cuál es, para usted, la importancia del cuerpo en la visión psicoanalítica del individuo?
– Es a partir del cuerpo que el sujeto se reconoce a sí mismo. En psicoanálisis, contamos con el caso clásico del niño que se mira al espejo y se reconoce. Por otra parte, la primera forma con que se le define a un niño su identidad es pidiéndole una demostración de su cuerpo, pidiéndole cierto dominio de su cuerpo. Recuerdo el caso de un niño con un problema psíquico grave, quien, cuando yo le decía “Muéstrame tu pelito”, él me mostraba el pelo de su madre. El niño no podía diferenciar su propio cuerpo del cuerpo de otro. En los primeros años de la vida psíquica, los niños miran sus manos o sus pies como objetos independientes.
– ¿Qué pasa cuando hacen girar las manos y las miran?
– Están viendo un objeto que se presta a su voluntad, a su deseo. El psicoanálisis se ha ocupado, en sus comienzos, de lo concerniente a identidades y diferencias. Por otro lado, podemos relacionarnos con el cuerpo desde el punto de vista médico. La teología de fundación ve al cuerpo desde otra mira. La teología tuvo respecto al cuerpo un objetivo: liberarlo de la carne.
– La carne como representante del sexo y del pecado.
– Sí. Juan Casiano, un teólogo de los comienzos del cristianismo, dedicó su vida al tema de cómo liberar al cuerpo de la carne.
– Librarlo de la carne significa también y, entre otras cosas, no comer.
– Ese es uno de los planteos que hace. Cómo comer sin gula y cómo liberarse de la sexualidad. El dice que la gula es más difícil de controlar que la sexualidad, ya que se puede vivir sin tener relaciones sexuales, pero nadie puede vivir sin comer.
– Es evidente que el cuerpo ha ocupado un lugar importante en la historia de las religiones.
– Y también en la historia de la evolución del hombre, lo cual se ve en la conducta de los seres humanos respecto al cuerpo, elemento que señala la antropología.
– Se refiere, por ejemplo, al enterramiento del cadáver.
– Claro. En este momento contamos con una serie de trabajos, de las más variadas disciplinas, cuyo objeto es el cuerpo. El cuerpo está presente en una gran cantidad de problemas que tienen que ver con la política y con la organización de la sociedad.
– ¿A qué se refiere con esto último, concretamente?
– Al abuso, a la tortura.
– Situaciones en que el cuerpo está directamente implicado.
– Sí, pero, además, fíjese la importancia que tiene el cuerpo en el aborto. ¿Cuál es el planteo fundamental de la gente que propicia el aborto? El derecho a la apropiación del cuerpo propio, lo cual constituye un punto central en el tema de los derechos civiles.
– También el cuerpo estaría implicado cuando se discute el derecho a morir dignamente, es decir, el derecho a la eutanasia.
– Todas estas cosas ponen al cuerpo en el centro de atención de la sociedad.
– ¿Qué es el cuerpo para el psicoanálisis?
– Yo creo que los puntos fundamentales a los que apuntó el psicoanálisis con respecto al cuerpo son dos. El primero: por primera vez, el psicoanálisis planteó que en el cuerpo, más allá de las cuestiones de autoconservación biológica, que nos ligan al reino animal, se hallan los modos del placer que no están en relación exclusiva con la genitalidad. El cuerpo, a partir del psicoanálisis, aparece como lugar general del goce, lugar atravesado por lo que llamamos libido. El segundo es la idea de que el yo de los seres humanos es una representación del cuerpo propio.
– El cuerpo es el modo de representar su yo para el ser humano.
– Exactamente. Esto se ve en los niños pequeños. Si le pone usted una inyección a un niño de ocho meses, la criatura llorará desde que recibió el pinchazo y dejará de hacerlo cuando haya dejado de dolerle. Si a un niño de dos años pretende usted ponerle una inyección, el solo hecho de ver la jeringa le producirá terror, porque teme que le perforen el cuerpo, ya que cuenta con la noción de una superficie que limita su relación con el mundo. ¿Por qué a la mayoría de los seres humanos le disgustan las inyecciones? En realidad, las inyecciones son una tontería, lo que nos angustia es la sensación de que una aguja nos penetra el cuerpo.
– Eso demostraría que, para los seres humanos, el límite del propio yo está en la piel.
– Sí, en la superficie de la piel. Esta idea ocupa un lugar muy importante en la representación que los seres humanos tenemos de nosotros mismos.
– ¿Cómo valoriza usted el hecho de que el psicoanálisis se abra hoy a los aportes de otras regiones del conocimiento?
– Freud, como sabemos, anticipa un modelo de pensamiento que se adelanta a su época. Pero, al mismo tiempo, en otra parte, refleja el conocimiento de su época, por lo cual hay secciones de su obra que hoy debemos revisar y recomponer. Yo diría que uno de los problemas es que la obra freudiana es una obra de partida, no de llegada.
– Eso está claro.
– Eso que le parece a usted tan obvio no lo es para muchos analistas. Creo que hoy día una de las cuestiones que se deben resolver es que Freud deje de ser recitado como recurso de autoridad y que su obra sea planteada como lugar de trabajo y de revisión conceptual. Nos encontramos allí con el núcleo central de una región del conocimiento y no se puede avanzar sin desatar los nudos problemáticos, muchos de los cuales han caducado como tema en sí.
– Denos, por favor, algún ejemplo de los aportes hechos por otras disciplinas sobre estos temas.
– La antropología, por ejemplo, ha hecho enormes e inimaginables avances en el estudio de la masculinidad. Algo realmente extraordinario. El psicoanálisis todavía está rezagado en ese aspecto. Por ejemplo, hay un libro de Daniel Gilmore que se llama Hacerse hombre, al que ya he citado anteriormente. En este libro se plantean todos los modelos con los cuales un hombre se constituye como tal en distintas culturas, lo que da cuenta de que, a diferencia de lo que pensó el psicoanálisis en sus comienzos, la masculinidad no está dada desde el principio.
– ¿La masculinidad sería, por tanto, un aspecto cultural y no innato?
– Exacto. Pero no sólo eso. Desde los comienzos, Freud trabajó profundamente, hizo estudios importantes sobre la mujer: la feminidad, la sexualidad femenina.
– Sólo con la mujer, ¿por qué no con el hombre?
– Porque, en la medida en que el hombre tiene en su cuerpo el atributo real de la masculinidad a la vista, su estudio no parecía necesario. Por otra parte, había en la masculinidad una contigüidad que se extendía a lo largo de la vida. Así, desde que el niño es pequeñito, no se dan demasiadas variaciones. El objeto de amor es el mismo.
– Empieza con la madre y sigue con la mujer que elija.
–Así es. En la mujer, las cosas se dan de otra manera. La mujer tiene que desprenderse primero del objeto primario que es la madre para pasar a amar al padre.
– Eso quiere decir que en el hombre no hay cambio de objeto de amor, mientras que en la mujer, sí.
– Eso es. Esta teoría, con todos sus subplanos (a los que sería imposible tratar aquí) hoy está en estallido total.
– Lo que dice es realmente sorprendente.
– Le cuento lo que dice Gilmore. El ha llegado a la conclusión de que en todas las culturas primitivas y no tan primitivas, por ejemplo, las griegas, todo el acceso a la masculinidad está caracterizado por el pasivizarse respecto de otro hombre.
– En términos más llanos: el hombre se hace hombre encarnando, respecto de otro hombre, el papel pasivo.
– Sí, es otro hombre quien brinda la masculinidad.
– Si pensamos en Esparta.
– No sólo en Esparta. Entre muchas culturas circulaba esta idea, la de que el hombre se hacía hombre a partir de que otros hombres lo pusieran en la senda de la masculinidad. Gilmore cuenta situaciones tremendamente cruentas de algunas culturas que, hasta ahora, no han sido tenidas en cuenta; él habla de culturas marginales con respecto a las grandes civilizaciones. En algunos grupos de etnias australianas, por ejemplo, a cierta edad se aparta al niño de la madre y se lo lleva a un lugar donde se le hace participar de una serie de rituales que, para nosotros, serían de carácter homosexual, pero que, para ellos, son simplemente acciones que tienen como objeto que el cuerpo del niño expulse todo lo que pueda albergar de femenino.
– Todo lo aportado por la antropología parece tener enorme importancia.
– Inmensa. La antropología ha hecho no sólo avances extraordinarios respecto al tema de los géneros, sino también en lo que hace a la identidad sexual misma, no como papeles en sí, sino como estructura, que es lo que interesa al psicoanálisis.
– Creo que la biología y la física han hecho también aportes importantes.
– Importantísimos, a partir de lo que se ha dado en llamar sistemas complejos, es decir, el descubrimiento de corrientes basadas en estas ciencias, que plantean modelos nuevos de atemporalidad y de conservación de los sistemas. Esto es muy interesante, ya que ambas corrientes también se dan en el discurso del psicoanálisis. Se ha descubierto que los seres humanos no se constituyen en una temporalidad lineal, sino que lo hacen con resignificaciones.
– El tiempo no es lineal. Con esto quiere decir que algo del pasado puede tener vigencia plena el día de hoy.
– En el psicoanálisis se ve un dominio muy fuerte de un determinismo muy lineal. Lo que ha pasado en su infancia queda en la persona para toda la vida. No existe la posibilidad de rastrear o descubrir zonas nuevas. Estas zonas nuevas las he trabajado bajo el concepto de neogénesis en psicoanálisis.
– Denos un ejemplo, por favor.
– La aparición de nuevas zonas de placer en la adultez que no fueron marcadas en la infancia. Nuevas formas del funcionamiento psíquico que no estuvieron dadas previamente. Hay aportes que se dan, para nosotros, a partir de la termodinámica. En este terreno hay una idea que yo considero central: el descubrimiento de que los sistemas alejados del equilibrio, en física, no están sujetos a la ley de entropía, es decir, que no pierden definitivamente energía, sino que tienden a recomponerse sobre nuevas formas. Nosotros teníamos la idea de que cuando algo en el individuo se desestructuraba, había una parte que se perdía definitivamente. El interrogante era: ¿cómo se recomponía?
– ¿Podría explicar lo anterior basándose en algún hecho concreto?
– Vamos a ver. Supongamos que una persona ha sufrido un traumatismo psíquico grave. El viejo modelo preconizaba que lo ocurrido desencadenaba algo que ya estaba planteado desde antes.
– Lo ocurrido se desencadenaba, o no, en caso de que existiera un elemento previo que indujera a ello.
– Eso es. Este hecho es traumático, porque la estructura del individuo en cuestión está determinada para que sea traumático. Claro que no todo es tan simple como suena, también pueden existir elementos latentes y nunca producirse un de-sencadenamiento.
– Ya que no existía el trauma que activaba ese desencadenamiento.
– Claro. La idea de que los acontecimientos producen transformaciones, reacomodamientos y precipitaciones de las estructuras previas son, hoy en día, postulados fuertes en física, biología e, incluso, en filosofía.
– Es decir, que estas ciencias han hecho aportes fundamentales a la psicología.
– Que permiten la reconceptualización de conceptos en base a otro tipo de modelos.
– ¿Por qué cree que el psicoanálisis es objeto de tanta desconfianza para la mayoría de la gente, al tiempo que la medicina, que acierta o se equivoca tanto como el psicoanálisis, es bastante respetada? ¿Será que la medicina es una ciencia?
– No, no es eso, la medicina ha transitado por caminos tan irracionales como los de cualquier otro conocimiento. Primordialmente, sin los médicos no se puede vivir (suelta una carcajada): uno puede desconfiar de ellos, pero tiene que consultarlos porque si no se muere. En cuanto al psicoanálisis, digamos, para empezar, que su objeto es de difícil acceso.
– Claro, es invisible.
– La temperatura corporal se mide teniendo en cuenta las rayitas del termómetro, algo muy objetivo. El psicoanálisis, en cambio, exige una participación importante del paciente. La medicina exige poner el propio cuerpo en manos de otro; el psicoanálisis implica que se pongan deseos, frustraciones, en otras manos.
– Sueños, recuerdos.
– El hombre común es desconfiado.
– ¿Piensa usted que las patologías cambian con el correr del tiempo y los cambios culturales?
– Para empezar, en respuesta a su pregunta, creo que hay patologías que han ido cambiando con el tiempo. En este sentido, trato de dejar claro que se da, con el correr del tiempo, una variación de los modos en que los seres humanos dan resolución a sus conflictos. En resumen, para el psicoanálisis, la psicopatología es eso: la forma en que la mente se ordena en relación con la solución del conflicto. Lo que yo planteo es que, más allá de las variaciones que han tenido lugar en las psicopatologías –la anorexia y la bulimia son ejemplos interesantes de ello–, lo que no varía como determinante es lo que ha ocurrido en las etapas tempranas de la vida en cuanto…
– ¿Al amor recibido?
– Al amor recibido o a la carencia de amor sufrida. Al amor que el psicoanálisis llama investimiento libidinal. Las variaciones que han aparecido en las patologías son evidentes. Pensemos en la mujer de hace más de treinta, cincuenta años, y en su relación con la sexualidad. Aquella mujer ya casi no tiene, en ese aspecto, casi ninguna coincidencia con la mayoría de las mujeres que integran la sociedad actual. ¿Que tienen que ver las mujeres modernas con las damas histéricas de la época de Freud?
– Lo que ha dicho se relaciona con el cambio de la relación de la mujer con el deseo.
– Por lo menos en Occidente, ese tema ha cambiado. Actualmente, la mujer asume su deseo sexual como algo legítimo. Es más, uno de los grandes problemas de la mujer moderna es que ha pagado el haber alcanzado la liberación femenina con una modificación de papeles, a partir de lo cual es más libre, pero tiene menos hombres que la desean. La insatisfacción sexual de las mujeres de hoy no está marcada por la prohibición de desear, sino por la ausencia de objetos que permitan la consumación del deseo.
– Podemos, en definitiva, sostener la afirmación de que las patologías van cambiando con el tiempo. Y que no sólo se relacionan con lo innato, sino también con lo cultural. ¿Habrá, por ejemplo, patologías vinculadas con la difícil situación que vivimos algunos países de América latina?
– Sí, claro, el nivel de angustia frente al futuro y a la pérdida de trabajo está produciendo un incremento de cuadros de pánico, y no de las antiguas fobias. Las antiguas fobias tenían un objeto claro. La gente, antiguamente, les temía al rayo, a los aviones. Hoy en día, los miedos tienen un carácter mucho más difuso. Hay un miedo general a la marginación social motivada por la pérdida del empleo.
– Mucha gente vive aterrorizada.
– Yo he hecho una distinción entre miedo y temor. La característica del temor es que uno sabe a qué le teme, pero tampoco sabe cómo evitarlo.
– ¿Se ve esto en la clínica?
– ¡Por supuesto! Los terapeutas nos enfrentamos periódicamente a este fenómeno. Es importante el incremento de los cuadros de pánico.
– En definitiva, como ya hemos visto antes, las patologías pueden cambiar en relación con lo cultural, con las circunstancias históricas.
– Lo que no cambia, y éste es un descubrimiento capital del psicoanálisis, es la historia personal de cada individuo, la que ha determinado que su psiquismo se organice de tal o cual manera, con sus puntos de fijación psicosexual y sus núcleos defensivos.
– ¿Sería usted tan amable de, en pocas palabras, explicarnos a qué apunta el psicoanálisis?
– Apunta a la limitación del sufrimiento destructivo del paciente. El psicoanálisis trata de conseguir que los seres humanos no sean más felices a costa de ser estúpidos, que no paguen el sobreprecio al que sus propios fantasmas y representaciones, a veces, los condenen.
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Entrevista incluida en “Cuando los que escuchan hablan. Conversaciones con grandes psicoanalistas” (ed. Libros del Zorzal).
María Esther Gilio (Montevideo 1928 – Montevideo 2011) Abogada, escritora y periodista especializada en entrevistas.
Silvia Bleichmar (Bahía Blanca 1944 – Buenos Aires 2007) Doctora en Psicología y Sociología, escritora, ensayista.
En los últimos tiempos los medios de comunicación masivos se han lanzado a una defensa cerrada de los llamados derechos de autor y la propiedad intelectual y a un ataque frontal a lo que denominan piratería (ataque al que se han sumado las administraciones públicas). Veamos a continuación qué defienden las multinacionales en relación al acceso al conocimiento, la información y la cultura.
1) Aumento en la duración de la protección de los derechos de autor.
La Comunidad Europea establece 70 años a partir de la muerte del autor para la entrada de su obra al dominio público. En los Estados Unidos se ha extendido el plazo once veces en los últimos cuarenta años, extensiones que han costado millones de dólares a las industrias audiovisuales y discográficas. La prolongación constante de los plazos de protección de los derechos de autor aleja en el tiempo a las fuentes creativas e intelectuales del dominio público, y distorsiona el equilibrio que debe existir entre los derechos de los titulares y los derechos de la sociedad.
2) Reducción de las excepciones al derecho de autor.
Cada vez se restringe más el llamado «uso justo» del copyright. La Directiva 2001/29 del Parlamento Europeo, por ejemplo, contiene varias excepciones al Derecho de Autor (tales como uso privado, copias para instituciones culturales y educativas, para beneficio de personas discapacitadas, etc.) pero deja su uso y su gratuidad a la voluntad de los gobiernos nacionales.
3) Reforzar la protección a los titulares de derechos no originarios.
Los derechos de autor sólo inicialmente coinciden con los autores reales. Luego pasan a empresarios, editores o agentes, que los obtienen de sus titulares -la mayoría de las veces- pagando sumas simbólicas y con mínimo riesgo.
4) Eliminar el préstamo público gratuito.
El préstamo público, fundamental para la cultura y la educación, está siendo restringido. La Comisión Europea ha solicitado a varios países que apliquen la normativa aprobada que otorga a los autores el derecho de poder autorizar o prohibir el préstamo público de sus obras o, en caso contrario, recibir una contraprestación económica por ello.
En Italia y España los bibliotecarios se han movilizado contra esta medida, que atenta contra su labor de fomento de la cultura.
5) Ampliación del ámbito de protección del derecho de autor de forma desmedida buscando proteger inversiones.
Se tiende a igualar derechos de autor y derechos conexos -como titulares de derechos de propiedad intelectual- así como titulares originarios y titulares derivados.
6) Implementar medidas tecnológicas de seguridad.
Las medidas tecnológicas de protección del derecho de autor pueden anular y eliminar con eficacia las excepciones a ese derecho al no hacer distinción entre el uso que constituye infracción y el legal, impidiendo ambos.
Para poner un ejemplo, se puede impedir el acceso a material de dominio público por medio del programa que protege a ese material.
7) Apoyar a los países subdesarrollados en la defensa de la propiedad intelectual.
Los países desarrollados apoyan la aplicación del derecho de autor vigente en los países subdesarrollados, sin tener en cuenta que con ello se desconoce la propia diversidad cultural de esos países, que se expresa en la existencia de otras formas de creación y de apropiación.
8) Incluir los derechos de autor en los acuerdos comerciales.
Se trata así a los productos y servicios culturales como una mercancía más, sujeta al «libre comercio» entre desiguales. Estos aspectos se incluyen en tratados comerciales como el TLC, NAFTA, el ALCA, etc. El objetivo de los países desarrollados es lograr la garantía a la protección de las inversiones y el dominio de los mercados, sin tener en cuenta las necesidades y posibilidades de los países subdesarrollados. Esto refuerza la desigualdad y pone en grave peligro las culturas nacionales.
9) Calificar de piratería la distribución o utilización de copias, aunque éstas no tengan animo de lucro.
La ley contra el robo electrónico en Estados Unidos convirtió en delito poseer o distribuir copias de material registrado, fuera en beneficio propio o no. Sobre la base de la nueva ley, entre cuarenta y sesenta millones de ciudadanos de ese país pueden ser considerados criminales por este concepto.
10) Penalizar de forma más severa las conductas consideradas violatorias del derecho de autor.
El nuevo Código Penal español elimina en los delitos contra la propiedad intelectual el requisito de la persecución a instancia de la víctima, por lo que de ahora en adelante deben ser perseguidos de oficio. Es una consecuencia del recrudecimiento de las sanciones a nivel internacional contra ese tipo de delitos.
11) Presionar a los países subdesarrollados para que adecuen sus legislaciones.
El sistema de derechos de autor de los países desarrollados no es compatible con las expresiones culturales de una gran parte de los pueblos originarios, donde priman formas de creación colectiva transmitidas de generación en generación y donde el autor individual o la apropiación privada no existe. Sin embargo se les trata de imponer.
12) Impedir a los estados adoptar medidas proteccionistas para sus productos culturales.
Los Tratados de Libre Comercio impiden la aplicación de medidas como las subvenciones, estímulos fiscales y otras medidas arancelarias y no arancelarias, lo que, unido a los recortes de los fondos sociales, reduce la fuerza de los estados nacionales para promover políticas culturales efectivas.
13) Movilizar los esfuerzos y recursos gubernamentales y de la sociedad en la lucha contra la piratería.
A países cuya situación cultural y económica es deficitaria, se les exige la implementación de medidas de frontera, formación de personal calificado y otras acciones que no pueden cumplir, amenazándolos, en caso de que no lo hagan, con sanciones económicas y otras.
14) Practicar de forma indiscriminada la piratería cuando les conviene.
Los países desarrollados se arrogan el derecho de utilizar expresiones populares de los países pobres utilizándolos en provecho propio. Así podemos ver como se utilizan cantos y leyendas tradicionales de distintas comunidades en campañas de promoción, modificando sus contenidos de acuerdo a las necesidades del sistema.
El sistema actual de derechos de autor beneficia la creación que responde a las exigencias del mercado, la de los estereotipos, ajena a los referentes culturales de trascendencia tan necesarios en los tiempos que vivimos. Este sistema aleja las obras del dominio público y coloca la creatividad y el conocimiento sólo al alcance de quienes puedan pagarlos. Al convertir la cultura en negocio beneficia fundamentalmente a intermediarios e inversionistas. Los autores, en su mayoría, son víctimas de este sistema que dice protegerlos y en realidad los utiliza.
Los grandes directores del cine italiano / Nick Ravangel
Hace unos meses, un conocido diario español abrió su correo a los lectores para que votaran por las, a su juicio, mejores películas de la historia del cine. No se necesita ser un genio para inferir que el ochenta por ciento de las elegidas fueron producciones norteamericanas. El chovinismo nacional y regional reservó el ínfimo resto para el cine español y europeo. Ninguna película latinoamericana, japonesa, china o de Oriente Medio. Para el espectador medio español esas cinematografías no existen.
El cine estadounidense ha funcionado desde sus orígenes como una industria, y cualquier industria (incluso, o más aún, una cultural en nuestros días) necesita generar unos resultados económicos que sólo se logran a través de grandes campañas publicitarias.
Dichas campañas, es evidente, no tienen nada que ver con la calidad del producto, y encima dañan las cinematografías locales, incapaces de competir en ese terreno.
La crítica, huelga decirlo, queda entre la espada y la pared. Tiene que ser un periodista muy avezado y prestigioso en su medio quien se anime a criticar negativamente un gran fenómeno de masas.
Este estado de cosas crea, a través de los años, falsas leyendas sobre la cinematografía. Un par de días atrás, un crítico opinaba en la radio que “Con faldas y a lo loco”, llamada también “Una eva y dos adanes” (Some like it hot en versión original), de Billy Wilder, era la mejor comedia de la historia; “Bailando bajo la lluvia” el mejor musical y John Ford el mejor director del western.
Esta opinión se viene repitiendo sin matices desde hace decenas de años y no parece que vaya a ser matizada.
¿Estoy poniendo en duda el cine made in Hollywood? Para nada. Sólo quiero decir que ha tenido una enorme ventaja sobre el desarrollado en otros lugares del planeta.
El cine italiano, el que hoy nos toca, comenzó, por el contrario, como un cine artesanal. Clint Eastwood, quien filmó con Sergio Leone la trilogía del hombre sin nombre que lo lanzaría a la fama, nos cuenta en una entrevista las enormes dificultades económicas del director italiano para filmar sus primeras películas.
Anthony Quinn, por su parte, recuerda en sus memorias el día que fue abordado por un italiano “loco” que le propuso filmar una película. Era tan pesado que aceptó para sacárselo de encima, aun a sabiendas de que no iba a cobrar por su trabajo. Se equivocaba. El italiano “loco” era Federico Fellini, la película “La strada” y en su vejez Quinn seguía recibiendo dinero generado por su participación en la aventura.
Artesanía contra industria, talento que tiene que buscarse la vida contra talento que tiene todo solucionado. La vieja historia del arte en la sociedad del dinero.
Más allá de cualquier comparación, el cine italiano de mitad del siglo pasado es un cine de calidad, comprometido con su tiempo, sutil y reflexivo, que cuenta, además, con un plantel de directores, actores y actrices enormes. Debería estar, si viviéramos en una sociedad justa, en un lugar de privilegio cultural en el mundo por su carácter universal, y ser, de paso, materia de estudio de aquellos críticos que decidieran huir del tópico y del vacío.
Federico Fellini Los inútiles (1953); La Strada (1954); Las noches de Cabiria (1957); La dolce vita (1960); Bocaccio 70 (1962); Otto e mezzo (1963); Giullietta de los espíritus (1968); Satyricon (1969); Roma (1972); Amarcord (1973); Casanova (1976); E la nave va (1983); Ginger e Fred (1986)
Valerio Zurlini Crónica familiar (1962); La muchaca con la valija (1961); El desierto de los tártaros (1976)
Vittorio de Sica Ladrones de bicicletas (1948); Umberto D (1952); Estación Termini (1953); El techo (1956); La ciociara (Dos mujeres) (1960); Los secuestrados de Altona (1962); El jardín de los Finzi-Contini (1970); El viaje (1974)
Dino Risi Il sorpasso (1962); La marcha sobre Roma (1963); Los monstruos (1963); En nombre del pueblo italiano (1971)
Bernardo Bertolucci Antes de la revolución (1964); El conformista (1970); El último tango en París (1972); Novecento (1976)
Pier Paolo Pasolini El evangelio según San Mateo (1964); Pajaritos y pajarracos (1966); Edipo rey (1967); Teorema (1967); Medea (1969); El decameron (1971); Los cuentos de Canterbury (1972); Las mil y una noches (1974); Saló o los 120 días de Sodoma (1975)
Mauro Bolognini El bello Antonio (1960); La viaccia (1961)
Marco Bellocchio I pugni in tasca (Las manos en los bolsillos 1965); Nel nome del padre (1971)
Liliana Cavani Francesco d´Assisi (1966); Galileo (1969); El portero de noche (1974); La piel (1981)
Gillo Pontecorvo Kapó (1960); La batalla de Argel (1966); Queimada (1968)
Sergio Leone Por un puñado de dólares (1964); Por unos dólares más (1965): El bueno, el malo y el feo (1966); Once upon a time in the west (1968); Once upon a time in America.
Los hermanos Taviani Padre Padrone (1977); La noche de San Lorenzo (1982)
Michelangelo Antonioni La aventura (1960); La noche (1961); El eclipse (1962); El desierto rojo (1964); Blow up (1966); Zabriskie Point (1970)
Luchino Visconti Rocco y sus hermanos (1960); El gatopardo (1963); El extranjero (1967): La caída de los dioses (1969); Muerte en Venecia (1971); El inocente (1976)
Ettore Scola Una jornada particular (1977); La terraza (1980); La familia (1987); Mario, María y Mario (1993)
Francesco Rosi Salvatore Giuliano (1961); El caso Mattei (1972); Cristo se encerró en Eboli (1979)
Roberto Rossellini Strómboli (1949); Il generale Della Rovere
Me asesinó la frase
los asesinos estaban siendo asesinados.
*
A Víctor Jara
¿Qué mal me sabes
o qué mal me sales
canto?
¿Qué bien me canto?
¿Y qué metas
canto
hará brotar?
A Violeta Parra
La vieron pasar
dejaron que pasara
y aunque siempre estuvo allí
y múltiple
e infinitamente con mayor arraigo
de lo que ustedes estuvieron
-¿qué hacer con el caudal?-
se fruncieron demasiado
No se accede estreñidos a la irrupción descomedida
en su belleza de lo vertiginoso
Más tarde toparon con su gravitación
y ahora les gravita con remordimiento
Si hay alguien que no dejará de estar
hasta para ustedes
será ella.
A Ronald D. Laing
No dispongas de mi cuerpo
más veces de las que yo dispongo del tuyo
¡Júrame que lo intentarás!
¡Hazlo!
ordenó uno de sus personajes masculinos
Y tú no le cuerpees a mi disponibilidad
más veces de las que yo le cuerpeo a la tuya
en una fraseología especular le retrucó
otro personaje -éste femenino-
del mismo psiquiatra y escritor
Y añadió:
¡Hazlo!
¡Intenta jurármelo!
A Alejandra Pizarnik
También están –sondeo en el espejo- las ataduras
los objetos infinitesimales
albergados en la disonancia
los influjos lerdos atisbando
ralos
lo que aún crece.
A Walt Whitman
Concluida hoy mi tercera incursión exhaustiva
en tus “Hojas de Hierba” completas
devuelvo a su estante de poetas estadounidenses
el volumen de la Editorial Novaro México
adquirido por mí en 1964
Imaginarás
qué aportó a este antiguo lector y adherente
el renovado contacto con el antiguo ejemplar
y qué a tu obra
mis cuarenta años más por libros, amores, paisajes
y desesperanza.
Adelante
No
hace tiempo atrás
sino adelante:
hace tiempo adelante:
un poeta.
Inquiriendo
¿Qué tiene usted para decir
del muslo de esa rubia en la fotografía
que antecede a su poema publicado
en un blog de la Internet?
¿Qué tiene usted, en tanto autor, para opinar
(y no me lo imagino cuestionándolo)
sobre el muslo de esa rubia
desnuda en la fotografía
que orienta
o conduce hacia su poema publicado bilingüe
(castellano-armenio)
en un blog que se ofrece desde España
como revista de cultura?
El muslo ése
allí de una rubia
impuesta por el director de la revista
¿lo incita como a mí
lo compele al intento aprehensivo
de trasladar a la desnuda
con muslo y rubiedad
a otro poema?
Buena salud
Matando muertos
matando muertos que gozan
realízome
personaje
de una novela
inmortal.
¿Sirve la poesía en el tercer milenio?
¿Más en el tercer milenio
que en el segundo
que en el primero?
¿Sirvió en el primero?
¿Y en el segundo?
¿Sirvió a principios o a fines?
¿A proyecciones o a introyecciones?
¿Dudan de que no sirviera
menos que la contabilidad
que la gastroenterología
que la compulsión coleccionista?
¿Los entristece que, acaso
más haya servido comer y dormir?
¿Los fastidia que difiera en su alcance
respecto de la cuentística y el articulismo?
En servidumbre
la que más sirve al Amo
es la mera versificación
Milenio más o menos
nunca sirvió la poesía
para servirse tibiona
y abundante.
Si…
A Rudyard Kipling
Si puedes desacomodarte y no instalar, sin afán capcioso, cosas tales como
Sintió la brisa suave
Mi humilde pero sincero homenaje
Suprema instancia
Los caminos de la Patria
Las semillas de la Libertad;
Si puedes desajustarte y no verter, sin guiño literario
La dulce caricia o El dulce mirar
Su generosidad sin límites
Se rompió en mil pedazos
Una noche oscura y cerrada o Un día luminoso y abierto o Noches consteladas de estrellas o
/Noches melancólicas y tristes;
Si puedes desacatarte y no asentar sin, por lo menos, sorna
Un día de crudo invierno
Desgranando días
Una sombra fugaz
El murmullo de los pájaros;
Si puedes insurreccionarte cuando te acometa la viscosidad de redactar
Han manchado con sangre tu hospitalario suelo
Sus ojos color verde mar o El mar tapizado de olas;
Si eres capaz de interceptarte y sacarte del juego cuando no atines más que a
Un perverso juego o Jugar con mis ilusiones o Alimentar mis ilusiones o Mustia mi alma o
/Transportó mi espíritu o Tu espíritu fogoso;
Si puedes desestimar, oponiéndote al torrente demencial de la resaca, no siempre solemne, pero
/sí infecciosa de
El paisaje pleno de vida y encanto o Asomarte a la vida o El milagro de la vida
y aún alcanzado por tu flaqueza, repudiar
Ver brillar el sol y El sol broncea mi piel
Algarabías juveniles y Cegados por la ambición;
Si puedes encabritarte y no atiborrar con
Palabras que se agolpan en mi interior
Mensajes de Paz que llenan el aire o Lleno de esperanzas o Llenará con alegría o Llenando
/de emoción;
Si eres capaz, a costa de tu desasosiego, de renunciar definitivamente a
Tu profundo amor y Caer en sus redes
La raíz de todos los males y Prodigar sonrisas;
Si puedes abstenerte del
Sembrador de sueños
Del hielo de la soledad
y así subvertirte y no dotar a tus textos del
Por qué tan cruel es el destino;
Si nadie, ni enemigos ni amantes amigos, logran incitarte a
Estallar en miríadas de capullos vírgenes;
Si puedes, espulgándote de linajes parasitarios, abolir
Dispuesto a darte esa fiel mano o En tu piel rosada;
Si puedes acometerte con fiereza y desterrar de tu escritura indefensa
Se callen sentimientos
Se enmudezcan las voces;
Si eres capaz de rebuscar en tí la imprescindible disconformidad y ni por pasteles te avienes a
Palpitar en el ritmo de su corazón o Compartir tus íntimos deseos:
¡Tuya será la poesía y cuanto ella revele y –lo que vale más- serás, acaso, un poeta, hijo mío!
Resérvase
El buen poema
no es bueno:
te asoma
al abismo
El buen poema
-sabemos-
no te da
del todo
lo que él tiene
El poema
reserva para futuras incursiones
su interminabilidad.
Me garcó
Me garcó
el poeta
invitado a leer
sus inéditos
textos en mi Ciclo
“El Parnaso de Balvanera”
En vano esperé
el cumplimiento en tiempo y forma
de su telefónico
contraído compromiso
Y así, defeccionando sin avisar
no contamos esa noche
con su voz
Ni un e-mail
en los días subsiguientes
envió alegando
una siempre oportuna
o inoportuna indisposición
orgánica o anímica
o bien
de algún rango fácilmente
admisible
Me garcó
en prosa
el poeta.
Asaltante
Robar un Banco
es una experiencia poética
Y aunque te atrapen
o sólo te frustren
implica una incursión en la experiencia
fallida en sus versos finales
el dichoso remate
o botín
El asaltante de Bancos
como todo poeta
infiere en acto su cosmovisión
trasfunde el paisaje
crea el asalto
Allí donde establecidos
violan los banqueros
los banqueros
son violados
Adviene el simulacro
de un rayo de equidad en la venganza
cuando prodúcese el asalto
Arriba una repentina justicia
reparadora en el inconsciente social
Subvierte
& consuela
Finge
“la violencia de abajo”
Cuanto más preciso y económico
el asalto a un Banco
cuanto más sutil
más honda irradiación:
mejor humilla a los amos
del dinero y de todo:
los perversos prosaicos
Para el asaltante
-el Poeta de Bancos-
su consagración
es la impunidad.
Espacios destinados
Los ancianos, los que lo albergan todo
con sabiduría o sin ella
merecen su rinconcito:
el rinconcito de los jubilados
(dentro de un programa radial de varias horas
en un magazín televisivo
en una revista o periódico de gran o ínfimo
tiraje)
La poesía también lo merece:
que en algún estante de cualquier librería
al fondo de la librería
abajo y en un ángulo
hallemos allí a la poesía:
donde se lo merece:
su rinconcito.
¿Y… cómo anda la poesía?
La poesía anda como la astrofísica
la buñuelística
la amparología
La poesía anda como el cuatrerismo
como las especializaciones en sensaciones
como las antípodas
La poesía anda como la Luna de Valencia
y es la valencia de esa luna
perfectible
la poesía
La poesía anda como la mona:
así que, por supuesto:
¡seguid a la mona!
Armé
Armé una pausa
Armé una pausa como otros
arman una causa
La pausa es esta
capciosa versificación
sin rima ni nada
grandioso
y que condescendientes
ustedes ahora
mi público
absteniéndose de conciliábulos
juzgarán.
Desde cuando fui
Desde cuando fui
el Recitador Escolar
implacablemente conmovedor
representante de mi sexto grado
ante una audiencia predispuesta
a los versos de inexorable tragedia gauchesca
de mi tío Gerónimo
retorno al escenario de ese éxito
-o fenómeno-
inesperado
Desde cuando fui
El Fotógrafo Cargado
con película sensible
y retrataba compañeras
de estudio, de trabajo
de mortalidad, de inmortalidad
conservo
además de los envases (Kodak, Fuyí)
de los rollitos
las entrañabilísimas
copias de contacto
Desde cuando fui
o pude haber sido
El Cirujano Poetón
conservo
-entre otros instrumentos-
el bisturí
al que eran tan afectos
-y con quien eran afectuosos-
mis Fantasmas.
Comunicado del Presidente Presidencia de Estado Gabinete del Comisionado de ANÁLisis Gobierno del Planeta
Queridos ciudadanas y ciudadANOs del Planeta. Me dirijo a todos vosotros en estos momentos difíciles porque es mi deber como persona y como representante democrático vuestro, y no quiero ni debo eludir esa responsabilidad. Desde este Gobierno nunca hemos perdido la fe en el ser humANO y en estos momentos de preocupación, seguimos alimentando la confianza en el futuro.
Hace prácticamente un siglo las estructuras económicas, sociales y democráticas de todo el Mundo estuvieron al borde de la catástrofe general en la Crisis del Petróleo del año 2038. Los primeros pasos de una nueva conflagración global estaban ya dados: el respeto por la vida humana se encontraba en vías de extinción y en muchos lugares las armas hacían sonar ya su lenguaje de violencia con terribles enfrentamientos y miles de muertos. El petróleo, así como el resto de combustibles fósiles, se encontraba prácticamente agotado desde hacía décadas, aunque los datos oficiales estaban convenientemente falseados por no alterar los monopolios del mercado. Las energías solar y eólica no producían suficiente, siempre a remolque de los cambios climáticos causados por la irresponsabilidad energética, como para satisfacer la demanda creciente. La rápida proliferación de centrales nucleares no respondía a los parámetros de seguridad y sembraba la radioactividad por doquier, condenando a centenares de miles de personas y a las futuras generaciones a enfermedades y mutaciones. Las apuestas desesperadas por un biocombustible vegetal habían provocado la hambruna en las tres cuartas partes del Planeta que precisamente menos recursos energéticos utilizaban, con sus no menos preocupantes consecuencias en epidemias sanitarias. El nerviosismo de los Gobiernos más poderosos era patente, siendo conscientes todos ellos de que la única manera de mantener su cuota de consumo era eliminar la mayor parte del resto de consumidores. Ante este desolador pANOrama fue difícil mantener la esperanza, pero aquello que se nos antoja más irrealizable algunas veces acontece.
En medio del caos la aparición de la nueva propuesta energética del Doctor JuliANO CorRECTO abrió un nuevo camino a la Humanidad. La fuente que necesitábamos para cubrir las necesidades de progreso estuvo siempre al alcance de la mANO, en nuestro propio organismo, a la espera de que alguien cayera en la cuenta de su posible uso. El ilustre Doctor reparó en la producción natural de GASes que tiene lugar en los aparatos digestivos de los animales, el FLATO. No se trataba únicamente de nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, hidrógeno o metANO (ya sean ingeridos o producidos por microbios del aparato digestivo), como pudiéramos encontrar corrientemente en la atmósfera, sino que debido a la ruptura de proteínas (anteriormente denostadas como causantes del mal olor) se les suman el ácido butírico, compuestos del azufre como sulfuro de hidrógeno y el disulfuro de carbono, así como partículas aerosolizadas de EXCREMENTOs, que en interacción con los GASes multiplican exponencialmente sus capacidades. Pero una circunstancia más hizo que su descubrimiento no fuera únicamente en el campo de las energías sino que también significara una revolución social de amplísimas implicaciones.
Ante el problema añadido de que el metANO era uno de los GASes responsables del agujero de la capa de ozono que había convertido el cáncer de piel en una patología universal, no debemos pasar por alto que los PEDOs del ganado generaban el 17% de las efusiones de dicho GAS, estudios llevados a cabo por su equipo de ANAListas medioambientales determinaron que únicamente una de cada tres personas emitían metANO en sus flatulencias y una vez identificada la bacteria alojada en la apertura ANAL que produce la mayor parte del GAS, ésta fue eliminada sistemáticamente con vacunas totalmente efectivas. El Planeta no sólo disponía de una potente energía totalmente inocua para el medio ambiente, sino que toda persona por el mero hecho de existir disponía de un capital inagotable de riqueza. Con una media de entre 0,5 a 1,5 litros de FLATOs diarios a nadie le faltarían los medios de sustento.
Con sus de doce a veinticinco PEDOs diarios todo ciudadANO es dueño de un inagotable capital: el Doctor CorRECTO liberó al ser humANO de la esclavitud de la plusvalía. Al mismo tiempo que acabó con la crisis energética eliminó las clases sociales y sus luchas milenarias. Los poderes establecidos no pudieron hacer frente a esta corriente emancipadora que germinó en todos los confines del Planeta, los hambrientos y los pobres de todos los lugares derrocaron con su poder a los ya bastante debilitados gobiernos del dinero. Desde aquel día en que empezamos a contar nuestra nueva Era del FLATO, la mujer y el hombre eran, al fin, libres e iguales todos ellos entre sí. Aquel que tuviera ANO era rico. Un solo Estado se erigió con la única misión de cANALizar el nuevo maná energético, ya no habría disputas ni envidias, la paz perpetua que tantos filósofos perseguían en los campos de la utopía, era una realidad. Un nuevo orden se extendió rápidamente por todos los rincones, una nueva sociedad empezaba a construirse. El CULO y sus relativos, históricamente motivo de vergüenza, alcanzan en los nuevos tiempos la mayor dignidad.
Las costumbres fundadas en tradiciones autodestructivas comenzaron a cambiar hacia los hábitos saludables de nuestros días. Los ciudadANOs y ciudadanas empezaron a lucir su CULO con orgullo, desarrollándose un enorme interés por la estética NALGAr, arrastrando a la cirugía y la moda que no tardaron en adaptarse a los nuevos cÁNOnes de belleza. Aquellos que antes mal llevaban lo que equivocadamente se había dado en llamar enfermedades estomacales e intestinales, como la aerofagia o las diarreas varias, son hoy los más honorables y distinguidos miembros de la comunidad, no cejando ésta de ensalzarlos como modelos a seguir para nuestra juventud.
En la sociedad del auténtico bienestar las personas se entregan unos a otros sus PEDOs como el regalo más preciado, siendo síntoma de distinción los más exóticos aromas que las industrias perfumeras han sido capaces de implantar. Incluso los hábitos sexuales se han desplazado hacia las prácticas ANALes, con la total normalización de las diversas combinaciones sodomíticas y del beso negro, que si bien han llevado a la definitiva integración del colectivo homosexual, han generado nuestra, hasta hoy, única laguna social: el descenso preocupante de la natalidad, al que el Gobierno del Planeta sigue poniendo remedio con el Servicio Reproductor Obligatorio.
La lengua, paradigma de lo humANO, también transformó sus usos con las conquistas sociales. Las palabras que contienen “FLATO”, “ANO”, “PEDO”, “CULO” y demás términos relacionados con el nuevo maná, como FLATOso, ÁNOdo, cuadrúPEDO o tubérCULO han pasado a ser de uso cotidiANO, remarcando la excelencia de esos elementos con la utilización de las mayúsculas. Algunas expresiones antiguas han cambiado radicalmente de sentido, como es el caso de “vete a la MIERDA” que ha pasado a ser la despedida formal más habitual, “ir de CULO” que ahora hace referencia a lo mejor que pueden irle a uno las cosas o “CAGARse en alguien” como deseo de la más buena voluntad; cuando en tiempos del capital remitían a las peores significaciones. La traducción de todos estos cambios en el terreno del arte ha sido también relevante. Tratados anteriormente firmados bajo pseudónimo por lo que atrás se entendía como demasiado mundANO, ahora conforman las más ilustres bibliotecas; los bustos han pasado a segundo plANO a favor de las NALGAs; la pintura ha ampliado su paleta con todo tipo de tonos de emisión RECTAL y la música, la más elevada de las artes actuales, nos deleita con sus magníficos coros de FLATOs.
La alimentación, con graves alteraciones nutricionales en el pasado, es hoy día fundamental en la cimentación de nuestro sistema económico y energético. Los cultivos de alimentos ricos en carbohidratos complejos, en particular los que contienen oligosacáridos como la inulina, se extienden por la mayor parte del territorio. Cebollas, batatas, castañas, brócoli, coles, alcachofas… y por encima de todas ellas, base de todas nuestras comidas, la judía, cuyos carbohidratos resistentes a la digestión, pasan al intestino delgado casi sin modificar y, por ello, al llegar al intestino grueso sirven de gran alimento a las bacterias que producen una alta cantidad de GAS. También la leche, en el campo ganadero, comporta una elevada producción de PEDOs, pero al ser producidos por ganado son un gran productor de metANO, motivo por el cual este alimento debemos tenerlo controlado bajo un estricto cálCULO.
Para un mayor rendimiento y una reducción de los costes de transporte las plantas de tratamiento de FLATOs, así como las grandes masas de población, se han instalado en el territorio con las mejores propiedades de cultivo de la judía. La investigación genética en este campo ha conseguido aumentar exponencialmente las capacidades en carbohidratos complejos sin que esto dañe el tramo final del aparato digestivo, optimizando así los recursos. De este modo es como se originó Ciudad ANO, gran metrópoli del Planeta en la que se concentran mil quinientos millones de habitantes, el 90% de la población global, e insignia del progreso ilimitado. Nuestro sistema nos ha permitido universalizar las condiciones de vida óptimas para el corRECTO desarrollo de la persona en todas las facetas de la existencia y regenerar por completo el medio ambiente del Planeta que tan deteriorado habíamos heredado de nuestros antepasados, ofreciendo unas expectativas de futuro nunca vistas en la historia de la Humanidad.
Pero una cuestión que a primera vista carecía de importancia, ha ido aumentando su relevancia a medida que pasaba el tiempo y no se reparaba en ello. Desde la Jefatura del Estado hemos intentado mantener la normalidad para evitar que cundiera el pánico entre la población difundiendo mensajes de tranquilidad y de control de la situación. La cuestión que hoy nos resulta motivo de gran preocupación es que la concentración de ciudadANOs y ciudadanas, y por ende de explotaciones energéticas, ha supuesto ha supuesto la alteración del equilibrio natural del Planeta, debido a las altas presiones que durante décadas miles de billones de PEDOs en un único sentido, teniendo como consecuencia directa que el Planeta se ha apartado de su trayectoria ordinaria. El Gobierno, al frente del cual me encuentro y del que asumo toda responsabilidad, ha puesto todos los medios posibles a trabajar para paliar la situación, pero por desgracia ésta ha resultado incorregible, pues el descenso global de las temperaturas ha hecho disminuir el número de FLATOs por habitante y ha sido imposible contrarrestar la presión con una de signo contrario. La esperanza de que otro Doctor CorRECTO aparezca no ha abandonado nuestras mentes, así como tampoco lo ha hecho la fe en el género humANO, aunque no debemos obviar lo que está sucediendo: nos encaminamos a la extinción total de la especie y de la vida del Planeta. Conocéis todos nuestra honorabilidad y podéis estar seguros que a día de hoy no ha quedado una sola hipótesis sin ANALizar, pero este Gobierno ya no dispone de más opciones y, ante la impotencia, hemos decidido dimitir en pleno con la esperanza de que un nuevo equipo sea capaz de reconducir las catastróficas consecuencias de aquello que durante prácticamente un siglo nos ha dado el paraíso en la tierra. Apenas nos quedan diez días para que las condiciones meteorológicas hagan inviable la supervivencia del ser humANO, los cultivos hace ya seis meses que se congelaron totalmente y únicamente las provisiones almacenadas nos han estado permitiendo actuar con cierta normalidad todo este tiempo.
HermANOs y hermanas, si en esta vida de felicidad que habéis llevado hasta hoy aún os queda algo por hacer, no perdáis el tiempo, porque los días están contados. Desde aquí os pido perdón por nuestra incompetencia en esta última y difícil situación. Lo siento. Sed felices el tiempo que queda, si eso es todavía posible.